Santo Domingo, RD.- El Partido Revolucionario Moderno (PRM) había alcanzado 315,082 votos en su convención del 2015, y en 2019, logró que 364,344 personas fueran a las urnas en las primarias simultáneas con padrón cerrado, un crecimiento que no dejó de ser importante para una organización política que venía de una ruptura y no gozaba de las mieles del poder.
Ahora, en el 2023, con más de un millón de votos logrados en sus elecciones primarias (1,026,047 votos emitidos por la JCE), el PRM envía un claro mensaje de su grandeza de cara a las elecciones generales del próximo año 2024, lo cual la oposición tendrá que tomar muy en cuenta.
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Han sido unas primarias muy importantes y exitosas, que le han dejado pocas telas por dónde cortar a los adversarios.
Primero, el gran número de personas que sufragaron en estas votaciones cerradas indica una confianza considerable en el PRM, como partido político, y más, especialmente, en la figura del presidente Luis Abinader.
La gente confía en la capacidad del mandatario para representar sus intereses y visiones, lo que es fundamental para cualquier democracia saludable.
Otro punto a considerar es que la alta participación refleja un interés ferviente por parte de los ciudadanos en el proceso democrático, a pesar de que para muchos, las primarias de los partidos políticos no es muy atractiva como lo son las elecciones generales.
Este nivel de involucramiento sugiere una creciente conciencia política y un deseo de influir en la dirección futura del partido y del país.
Además, el hecho de que tantas personas hayan participado destaca la transparencia y credibilidad del proceso electoral del PRM, avalada por la Junta Central Electoral.
La confianza en la integridad del sistema es esencial para asegurar una participación masiva y este evento sugiere que el proceso fue visto como justo, democrático y transparente, sin mayores inconvenientes, y sin las denuncias de antaño de que “me ganó el poder” en alusión al uso de los recursos del Estado para derrotar a los adversarios.
Sin duda, este ejercicio electoral debe ser visto como una valiosa práctica electoral para la Junta Central Electoral y proporciona lecciones valiosas a los partidos de cara a las elecciones municipales, legislativas y presidenciales del 2024.
