Barcelona.- La fuerte lluvia que ha caído este jueves en Barcelona ha cesado en seco justo antes del concierto de Maluma, probablemente asustada por la bolsa de aire caliente que se empezaba a formar en el Palau Sant Jordi y que ha explotado a ritmo de reguetón cuando el colombiano ha saltado sobre el escenario.
Mientras la lluvia se alejaba, Barcelona ha ardido, y no sólo en el sentido figurado, porque cuatro lenguas de fuego real y mucha pirotecnia han acompañado al astro colombiano en su primer concierto en España de esta esperada gira pospandemia.
Te recomendamos: Maluma anuncia un segundo concierto en Madrid
La fiesta ha empezado con 40 minutos de retraso, pero ¿a quién le importa eso después de esperar dos años?. Hay que tener en cuenta que este concierto estaba previsto para el fatídico 2020, pero el coronavirus lo frustró.
«¡Buenas noches Barcelona!, ¡les extrañé un carajo!, ¡me hicieron demasiada falta!», ha sido lo primero que ha gritado Maluma a su público, tras emerger en el escenario en forma de cruz situado en el centro del recinto.
Flotando por encima de un mar de personas, dieciocho mil para ser exactos, el escenario ha sido el altar del rey Maluma, que ha dado inicio a la ceremonia de adoración con «Hawái».
El público ha enloquecido al oír este tema, el más exitoso del disco «Papi Juancho» que da título a la gira y que el colombiano ha interpretado mientras recorría las dos pasarelas de la cruz con un lago abrigo blanco y rodeado por ocho bailarinas, a cual más espectacular.
Por si acaso la presencia de Maluma, las bailarinas y las lenguas de fuego no fueran suficiente, se han sumado rápidamente a la fiesta infinidad de proyecciones, algunas sobre las enormes pantallas situadas sobre el escenario y otras en el mismo suelo que pisaba el ídolo.
Un despliegue de medios y decibelios que ha empezado muy arriba y ahí se ha mantenido durante toda la primera parte del concierto, sin tiempo ni para respirar.
En «Corazón», Juancho, que es como le llaman los íntimos, se ha quedado mirando a su público como si le pareciera un sueño estar en Barcelona; en «11PM», el Sant Jordi se ha convertido en un multitudinario karaoke y en «Mama tetema» ha pedido que las mujeres solteras levantaran la mano y ha conseguido que se obrara el milagro y todas las espectadoras se declararan solteras.
Tras este éxito, Maluma se ha tomado un descanso y ha dejado el espectáculo en manos de sus esforzadas bailarinas y de los músicos que, escondidos en el foso, el público ha descubierto en ese momento.
Enseguida ha vuelto, esta vez dedicando al público y a las cámaras su sonrisa irresistible, junto a un piano de cola.
Ha sido el momento íntimo de la noche y miles de pétalos de rosa han flotado sobre el antioqueño mientras interpretaba «ADMV».
«Este concierto debería haber pasado dos años atrás, antes de la pandemia, pero los planes de Dios son perfectos y estamos aquí esta noche y somos afortunados porque tenemos salud y vida», ha dicho.
«A mí no me gusta meterme en cosas de política ni de religión -ha añadido-, pero si de algo estoy seguro es de que la guerra no es la solución, el amor es la respuesta».
Tras este intermedio, Maluma ha vuelto a su terreno, el de la revolución de las hormonas, y ha interpretado «Borro cassette» mientras preguntaba ¿le gusta el reguetón a Barcelona?, ¿le gusta perrear a Barcelona? y posaba rodeado de sus bailarinas.
En ese momento se ha fijado en las banderas y los carteles del público, entre ellos uno de «Ven a darme un besito» que le ha hecho bajar del escenario.
Pero el momento más simpático ha sido cuando se ha acercado a una mujer de 81 años que estaba entre el público y ha bailado reguetón con ella porque «perrear no tiene edad».
Han seguido los temas «Sobrio», «Vente pa ca», «Chantaje», y «Cuatro babys», éste último muy polémico por su letra machista, aunque no desagrada a todo el mundo, como ha demostrado el grupo de chicas que llevaban un cartel en el que ponía «quiero ser tu quinta baby».
«Salud y força al canut», ha dicho en catalán y, por si semejante muestra de conocimiento de la cultura catalana no fuera suficiente, ha cerrado la noche afirmando que «este concierto ha sido sin duda el mejor de los de Europa». Quizás estas cosas se las diga a todas, pero nos da igual.