Nueva Delhi.- Al menos 50 personas permanecen hospitalizadas tras producirse una fuga de amoníaco en una planta de fertilizantes en el estado de Tamil Nadu, en el sur de la India, informaron este miércoles fuentes oficiales.
El escape de gas se conoció la pasada medianoche en un barrio industrial al norte de la ciudad de Chennai, cuando los residentes de los alrededores comenzaron a notar los ojos irritados y dificultad para respirar, informó en un comunicado la Junta de Control de la Contaminación de Tamil Nadu.
«Actualmente 52 personas se encuentran bajo seguimiento», precisó el documento, que agregó que los afectados habían sido trasladados a varios hospitales de las proximidades.
La fuga se produjo en una tubería de una planta de fertilizantes, sumergida bajo el mar, y aunque se subsanó en un plazo de veinte minutos, según las autoridades locales, se llegaron a registrar niveles de concentración de amoníaco en el aire cinco veces por encima de lo habitual.
En este sentido, la empresa india a cargo de la tubería, Coromandel International, afirmó en un comunicado que detectaron el escape a las 23:30 hora local (18:00 GMT) y llevaron «la situación a la normalidad en el menor tiempo posible».
El Gobierno de Tamil Nadu, no obstante, ordenó este miércoles el cierre temporal de la instalación hasta nueva orden, a la espera de que un comité de expertos investigue las causas del incidente.
Los accidentes industriales son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales en el sector de la construcción.
Al menos 17 trabajadores resultaron heridos el pasado junio por una fuga de vapor en una fábrica de la compañía siderúrgica india Tata Steel.
Sin embargo, el mayor accidente industrial en la historia del país asiático ocurrió en 1984, cuando un escape de gas tóxico durante la noche en la localidad de Bhopal, en el centro de la India, se cobró la vida de 5.295 personas según el Gobierno, aunque las asociaciones de víctimas cifran en 25.000 el número de fallecidos.
