El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics anunció hoy que su beneficio neto para todo 2023 se vio recortado en un 72,2 % con respecto al ejercicio anterior hasta quedar en 15,49 billones de wones (unos 11.600 millones de dólares) ante una lenta recuperación de la demanda de chips que mostró signos de mejora en el último trimestre.
El beneficio bruto de explotación (EBITDA) de la empresa en el pasado año fue de 11,01 billones de wones (8.285 millones de dólares), un 71,98 % menos que en 2022, mientras que su ganancia operativa sumó 6,56 billones de wones (4.935 millones de dólares), un 84,9 % menos.
La facturación para la totalidad del ejercicio de la compañía con sede en Suwon (al sur de Seúl) fue de 258,93 billones de wones (194.860 millones de dólares), lo que implica una caída del 14,3 % con respecto a los datos del año anterior.
En cuanto al trimestre octubre-diciembre de 2023, Samsung Electronics reportó un beneficio neto de 6,34 billones de wones (4.800 millones de dólares), que supone una caída del 73,4 % interanual, y un EBITDA de 3,52 billones de wones (2.645 millones de dólares), lo que implica un 10,6 % menos que en el mismo trimestre de 2022.
El beneficio operativo para este periodo se redujo en un 34,4 % hasta los 2,82 billones de wones (2.120 millones de dólares), mientras que los ingresos por venta del último cuarto del año pasado sumaron 67,77 billones de wones (50.950 millones de dólares), un 3,8 % menos que en el mismo lapso del año precedente.
Estas cifras están en línea con el pronóstico de resultados que Samsung publicó a principio de este mes y ligeramente por encima de lo que pronosticaban la mayoría de analistas locales.
La facturación y las ganancias operativas del cuarto trimestre aumentaron con respecto al tercer trimestre (un 0,56 % y un 16,04 %, respectivamente) debido a un mejor desempeño en la rama semiconductores ante el incremento de precios y la persistente fortaleza de las ventas de productos premium del departamento de pantallas, explicó la compañía en un comunicado.
Para el arranque de 2024 la empresa espera que el lanzamiento de nuevos productos como teléfonos inteligentes y ordenadores personales equipados con funciones de inteligencia artificial (IA) impulsen una mejora en la demanda de chips, su principal rama de negocio.
Sin embargo, considera que la actual tesitura, en la que los clientes están tendiendo a reducir inventarios (algo que llevó al gigante surcoreano a recortar de manera importante producción este año), puede implicar «que los ingresos no se recuperen de manera significativa».
En todo caso, Samsung aseguró que sus fundidoras se centrarán en mejorar rendimientos y en optimizar sus circuitos integrados más avanzados de 3 nanómetros y 2 nanómetros, los cuales tiene previsto comenzar a producir en masa en 2025.