jueves, abril 25, 2024

Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo dirigida por Rebeca Grynspan

Nueva York.- La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés, United Nations Conference on Trade and Development) , está compuesta en la actualidad por 195 miembros y apoya a los países en desarrollo en su incorporación a la economía globalizada con la intención de sacar a millones de personas de la pobreza. 

 La primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo se reunió en Ginebra en 1964 y, dados los desafíos de las cuestiones planteadas, se institucionalizó mediante la Resolución 1995 (XIX) de la Asamblea General para que se reuniese cada cuatro años, estableciendo un secretariado permanente con sede en Ginebra. También cuenta con oficinas en Nueva York y en Adís Abeba.  

 La UNCTAD ayuda a los países en desarrollo a aprovechar el comercio internacional, la inversión, los recursos financieros y la tecnología para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo. 

 Además, presta una especial atención a los países menos adelantados y a aquellos con necesidades más importantes a través de actividades de cooperación técnica, para así contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. 

 También apoya la implementación de la Financiación para el Desarrollo, siguiendo el mandato de la Agenda Addis Abeba 2015, junto con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. 

 El Maafikiano de Nairobi, documento fruto de la UNCTAD XIV (2016), confirma el compromiso de la UNCTAD con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, teniendo en cuenta el Informe del Secretario General de la UNCTAD para la XIV Conferencia, que proponía un plan basado en las siguientes líneas de acción: 

• Crear capacidad productiva para transformar las economías.
• Estados más eficaces y mercados más eficientes.
• Enfrentar las vulnerabilidades, crear resiliencia.
• Reforzar el multilateralismo, encontrar soluciones comunes. 

Sus fines no son albergar negociaciones sino servir de cauce a propuestas que se trasmitieron posteriormente a otros organismos como el GATT y el FMI. Su mayor éxito en los primeros años de funcionamiento fue la propuesta del Sistema Generalizado de Preferencias de 1971 que consiguió que fuese aceptado por el GATT. Sin embargo, el abrumador peso que en ella tienen los paises subdesarrollados junto con sus métodos asamblearios de funcionamiento disminuían su eficacia haciendo que casi siempre sus propuestas no pasasen de ser denuncias inútiles o exigencias a los países industrializados imposibles de llevar a la práctica. 

En la última década la UNCTAD ha reformado profundamente sus métodos de trabajo: el número de asambleas celebradas se ha reducido, se ha redefinido el programa de trabajo, se ha reestructurado y simplificado la secretaria y el sistema de funcionamiento, consiguiendo en definitiva una gestión administrativa mucho más ágil y eficaz. La organización ha evolucionado gradualmente hasta llegar a convertirse en una autoridad basada en el conocimiento, cuya labor tiene por objeto orientar los debates actuales sobre las políticas y la reflexión en materia de desarrollo, velando especialmente porque las políticas nacionales y la acción internacional se complementen mutuamente para lograr un desarrollo sostenible. 

En la actualidad, la UNCTAD desempeña tres funciones claves: 

  • Activa como un foro de deliberaciones intergubernamentales que recibe la aportación de las consultas con expertos, así como de diversos intercambios de experiencias, y que apunta a la creación de consenso.
  • Lleva a cabo investigaciones, analiza políticas y reúne datos para las deliberaciones entre los expertos y los representantes de los gobiernos.
  • Ofrece asistencia técnica adaptada a las necesidades específicas de los países en desarrollo, prestando especial atención a las necesidades de los países menos adelantados y de los países con economías en transición.  

Cuando es necesario, la UNCTAD coopera con otras organizaciones y países donantes en la prestación de asistencia técnica. 

Sus principales actividades se centran en 

  • Comercio y productos básicos, fomentando la integración en el comercio internacional de los países en desarrollo. 
  • Inversión, tecnología y fomento de la empresa, asesorando e impulsando las inversiones en los países en desarrollo. 
  • Políticas macroeconómicas, deuda y financiación del desarrollo 
  • Transporte, aduanas y tecnología de la información 
  • Programa Especial sobre los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo 

Establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964, la UNCTAD es un órgano subsidiario de la Asamblea General que informa al Consejo Económico y Social y cuenta con miembros, órganos de gobierno y presupuesto propios, financiado este último con cargo a las contribuciones generales a las ONU, así como con determinadas contribuciones voluntarias de sus miembros. 

El máximo órgano de la UNCTAD es la Conferencia, que se reúne cada cuatro años y en la que los representantes de los miembros, con un voto cada uno, fijan el mandato y las prioridades de trabajo. En ella, las decisiones sobre cuestiones de fondo se adoptan por mayoría de dos tercios, y las decisiones en asuntos de procedimiento por mayoría simple. 

 Entre las reuniones cuatrienales de la Conferencia, la Junta de Comercio y Desarrollo supervisa las actividades de la UNCTAD. Sus 155 miembros se reúnen en convocatoria ordinaria una y hasta tres veces al año en reunión ejecutiva para tratar los asuntos de mayor urgencia, así como las cuestiones institucionales y organizativas.  

El resto de sus actividades se articula a través de diversas reuniones temáticas de Comisiones, Grupos de Trabajo y Grupos y Reuniones de Expertos.  

El Secretariado de la UNCTAD, que da apoyo a sus órganos y reuniones para mantener la actividad del mandato de la Conferencia, cuenta con un presupuesto ordinario de unos 69 millones de USD, más cerca de 40 millones de USD extraordinarios para financiar la asistencia técnica. 

Con más de 470 funcionarios, está dirigido por su Secretario General, cargo actualmente ocupado por el keniata Mukhisa Kituyi desde septiembre de 2013. 

 La UNCTAD también coopera con otras organizaciones a través del Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Comercio y Capacidad Productiva para mejorar las actividades de asistencia para el desarrollo relacionadas con el comercio, llevando a cabo operaciones conjuntas.  

La UNCTAD también ha puesto en marcha actividades de Diálogo con la Sociedad Civil con la intención de acercar sus actividades a otros actores sociales y explorar nuevas vías para mejorar la aplicación de su mandato. 

Rebeca Grynspan es economista costarricense y ex vicepresidenta de la nación centroamericana es la primera mujer en ser nombrada secretaria general del organismo de comercio y desarrollo de la ONU. 

Grynspan ha tenido una carrera prolífica, desempeñando varios cargos de alto nivel, entre ellos el de secretaria general adjunta de las Naciones Unidas y administradora asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

También ha sido directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe, miembro del Grupo de Alto Nivel sobre la Financiación para el Desarrollo y vicepresidenta de Costa Rica (1994 a 1998). 

Actualmente ella es clave guía en la implementación de un nuevo capítulo y mandato en decimoquinta conferencia ministerial, UNCTAD15 será una oportunidad importante para que los países tomen decisiones audaces para satisfacer las masivas necesidades comerciales, financieras, de inversión y tecnológicas insatisfechas de los países en desarrollo que luchan por cumplir con COVID. -19 desafíos y los desafíos del desarrollo sostenible. 

Cuando se trata de igualdad de género, no estamos hablando de una década perdida. Estamos hablando de casi cuatro, afirmó Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que inició este lunes 4 los trabajos de su 15 conferencia ministerial. 

Un ejemplo del impacto diferente de la pandemia está en que el empleo de las mujeres en el mundo cayó 4,2 por ciento en 2020, en comparación con tres por ciento de los hombres, a raíz de que las mujeres se emplean más en sectores devastados por las restricciones ante el virus, como el turismo. 

El reporte 2021 sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial, que se reúne cada año en Davos, Suiza y proyectó el siglo largo de espera para alcanzar la paridad de género al ritmo actual, colocó la en primer lugar la diferencia en cuanto al empoderamiento político. 

En los 156 países cubiertos por el índice del Foro de Davos, las mujeres representan solo 26,1 por ciento de unos 35 500 escaños en los parlamentos, y solo 22,6 por ciento de más de 3400 ministros en todo el mundo. 

Hasta el 15 de enero de 2021, en 81 países nunca ha habido una mujer jefa de Estado, y ese foro estimó que se necesitarán 145 años para lograr la paridad de género en la política. 

La brecha de género en participación económica y oportunidades ha registrado mejoras marginales, pero de acuerdo con el índice de Davos aún puede tardar 267 años en cerrarse. 

Ello porque aumenta la proporción de mujeres entre los profesionales calificados, al igual que los avances hacia la igualdad salarial, aunque lentos, pero se mantienen las disparidades generales de ingresos y la falta de mujeres en puestos de liderazgo, ocupando solo 27 por ciento de los puestos gerenciales. 

En la reunión de Barbados se revisó el papel del libre comercio, que ha creado nuevas oportunidades para algunas mujeres, pero marginado a otras, como por ejemplo las mujeres rurales, que a menudo no pueden competir con los productos importados, sobre todo en rubros que se beneficien de subsidios. 

La vicesecretaria de la Unctad, Isabelle Durant, citó los ejemplos de dos acuerdos comerciales y regionales, el Mercado Común del Sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y la Comunidad de África Oriental, formada por Burundi, Kenia, Ruanda, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda. 

En esos acuerdos “los trabajos que han puesto a disposición de las mujeres se encuentran principalmente en tareas simples que no incluyen responsabilidades de gestión o supervisión. No están empoderando trabajos”, dijo Durant. 

El ministro de Comercio y Desarrollo de Finlandia, Ville Skinnari, djo que “incluir consideraciones de género o referencias a las normas laborales fundamentales en los acuerdos comerciales es un paso importante hacia el establecimiento de un campo de juego más justo e inclusivo”. 

Grynspan insistió en que el objetivo final no debería ser solo tener más mujeres involucradas en el comercio, sino garantizar que se involucren en términos justos y que los países tengan políticas a nivel nacional para que esto suceda”. 

También sostuvo que “a menos que solucionemos las desigualdades entre hombres y mujeres, la búsqueda de los ODS no es posible”, refiriéndose a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para ser alcanzados hacia 2030. 

Al menos 53 de los 251 indicadores de los ODS hacen referencia directa a la igualdad de género. Sin embargo, a las mujeres no ocupan las posiciones que les corresponderían en las mesas de toma de decisiones de recuperación pos-covid, de acuerdo con los participantes en el foro de Bridgetown. 

Por ejemplo, de los 225 grupos de trabajo creados para diseñar e implementar los programas de salvamento de covid para los cuales se dispone de datos, las mujeres representan menos de una cuarta parte de los miembros y no están representadas en absoluto en 12 por ciento de esos grupos de tarea. 

Debe quedar muy claro para todos nosotros que la recuperación actual es insuficiente e insatisfactoria tanto para la sociedad en general como para las mujeres en particular”, concluyó Grynspa 

“Necesitamos tomar medidas hoy para transformar el comercio y reformar la economía global para que podamos superar las barreras a la prosperidad de todos y embarcarnos en un camino de desarrollo sostenible que beneficie a todos”. 

Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Presidenta del Congreso Hispanoamericano de Prensa, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México. 

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