La Habana.- El Gobierno cubano condecoró póstumamente a los bomberos fallecidos en el incendio que afectó en agosto la base de supertanqueros de Matanzas (occidente), informó este sábado la prensa local.
«Por Decreto Presidencial, los seis efectivos del Cuerpo de Bomberos de Matanzas, caídos en el cumplimiento del deber durante el siniestro, recibieron la Orden 6 de Junio de Segundo Grado», según el diario oficial Granma.
Se trata del primer suboficial Diosdel Nazco, Luis Ángel Álvarez, Pablo Ángel López y los soldados Leo Alejandro Doval, Adriano Rodríguez y Fabián Naranjo, acorde al rotativo cubano.
Te puede interesar: Colombia donará piel humana a Cuba para víctimas de incendio de Matanzas
La disidencia y algunas ONG han criticado que entre los muertos había jóvenes que pasaban el servicio militar, una información que hasta el momento no ha sido confirmada por el Ejecutivo.
Sobre el incendio
El siniestro de grandes proporciones, que comenzó el 5 de agosto en la zona industrial matancera y se declaró extinguido una semana después, dejó 16 fallecidos y 146 lesionados, según las autoridades cubanas.
Considerado el mayor accidente industrial registrado en la historia del país caribeño, el incendio calcinó cuatro de los ocho depósitos de crudo en la base de supertanqueros de la provincia de Matanzas, la más importante de la isla.
Las autoridades cubanas explicaron que una descarga eléctrica impactó en uno de los tanques del parque industrial.
El fuego se extendió del primer depósito a otros tres tanques de la instalación -con capacidad de 50.000 metros cúbicos cada uno-, provocando fuertes explosiones y llamaradas de varias decenas de metros.
Cuba decretó dos días de duelo oficial el pasado 18 de agosto.
Los restos óseos -más de 700 en total- solo pudieron ser recuperados tras la extinción del incendio.
Los expertos cubanos, tras consultar a referentes internacionales, aseguraron que era «imposible» identificar los restos por el grado de calcinación de los fragmentos hallados en la zona del desastre.
Según el relato de los hechos de las autoridades insulares, las llamas llegaron a alcanzar los 2.000 grados centígrados.