Santo Domingo.- Entre finales de la década del 30 y principio del 40, del siglo XX, el mundo fue testigo del genocidio contra los judíos que se encontraban en los territorios de Europa, dominados en esa etapa por el régimen de la Alemania Nazi. Este hecho motivó a que la comunidad internacional se levantara en busca de algún tipo de solución para proteger la vida de miles de personas.
Un acontecimiento muy recordado fue el que llevó a cabo el diplomático español Ángel Sanz Briz, a quien el mundo del cine bautizó como “El ángel de Budapest”, tras conseguir documentos españoles para miles de judios que estaban condenados a morir si no lograban salir de Hungría.
Desde Estados Unidos, Franklin Roosevelt, considerado por algunos historiadores como el más importante presidente norteamericano del siglo pasado, convocó a diversos jefes de Estado y de Gobierno, incluyendo a Rafael Leónidas Trujillo, de República Dominicana, para que acogieran a familias que buscaban auxilio tras ser perseguidos por sus orígenes.
Los judíos que llegaron en ese momento al país, muchos de ellos campesinos, se ubicaron en la ciudad de Sosúa, por lo que al día de hoy ese acto ha sido recordado y agradecido por Israel.
Hoy se vive una situación similar, pero a un nivel más bajo, donde miles de afganos están escapando de su país y solicitando asilo en todo el mundo.
Ya Colombia y México, por solo mencionar algunos cercanos a nosotros, han estado recibiendo refugiados, pero tras el pronunciamiento del canciller de la República Dominicana, nuestra nación no recibirá a estos ciudadanos, ni tampoco estamos preparados para hacerlo, como quizás sí lo estuvimos durante la dictadura.
