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Santo Domingo. El béisbol dominicano está de luto. Familiares y figuras del deporte han expresado profundo pesar tras confirmarse la muerte del exlanzador de Grandes Ligas, Octavio Dotel, víctima del colapso del techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, ocurrido la madrugada de este martes.
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Dotel fue trasladado de emergencia al Hospital General de las Fuerzas Armadas, donde finalmente se confirmó su fallecimiento luego de permanecer varias horas atrapado entre los escombros del siniestro. En las afueras del centro médico, amigos, fanáticos y familiares se han congregado entre lágrimas para dar el último adiós a quien fuera una de las figuras más queridas del béisbol dominicano.
Durante su carrera, Dotel vistió múltiples camisetas en las Grandes Ligas, incluyendo la de los Mets de Nueva York, Astros de Houston, y los Cardenales de San Luis, consolidándose como uno de los relevistas más longevos y versátiles del circuito.
Diversas reacciones no se han hecho esperar. La Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) publicó en su cuenta oficial de X:
“La LIDOM expresa su pesar por el fallecimiento del ex lanzador, Octavio Dotel, quien fuera inmortal del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Paz a su alma.”
Por su parte, los Leones del Escogido, equipo con el que brilló en la pelota invernal, también lamentaron su pérdida, al igual que figuras del medio como el narrador deportivo Franklin Mirabal.
La cadena ESPN confirmó la noticia con una publicación destacando la trágica circunstancia del colapso en Jet Set, y recordando la notable trayectoria de Dotel en las Mayores.
En medio del drama, la hija del cantante Rubby Pérez reveló que su padre interpretó una canción entre lágrimas con la esperanza de que Dotel fuera encontrado con vida.
Las labores de rescate continúan, con más de 370 socorristas y 77 ambulancias desplegadas en la zona del siniestro, donde aún se buscan posibles sobrevivientes.
La partida de Octavio Dotel enluta no solo al deporte dominicano, sino también a una nación que lo vio nacer, crecer y brillar en el diamante. Su legado vivirá por siempre en la historia del béisbol.
