Nueva York.- Freddie Freeman y Mookie Betts, estrellas de los Dodgers de Los Ángeles, se han ganado un lugar en el Salón de la Fama del Béisbol tras su reciente triunfo en la Serie Mundial contra los Yankees de Nueva York. Sus emblemáticos artículos de juego serán preservados en Cooperstown como homenaje a sus contribuciones en la histórica serie de este año.
Freeman, el inicialista de los Dodgers, ha donado los spikes que utilizó en los Juegos 1 y 2 de la serie, mientras que Betts ha entregado los guantes de bateo con los que protagonizó el juego decisivo en el Juego 5. Estos artículos representan los momentos clave y la dedicación de ambos jugadores en la conquista del título.
Además de Freeman y Betts, otros miembros del equipo también han contribuido con artículos significativos al museo. El mánager Dave Roberts donó una gorra utilizada durante la serie, y el lanzador Anthony Banda ofreció una camiseta de juego. Walker Buehler, quien realizó una actuación sobresaliente, cedió uno de sus guantes, y el veterano lanzador Clayton Kershaw, que estuvo en recuperación de una lesión, donó una gorra de campeonato usada en las celebraciones.
Destaca también la donación de Max Muncy, quien entregó el bate y los guantes de bateo que utilizó en su racha récord de embasarse 12 veces consecutivas durante la postemporada. El receptor Will Smith, pieza clave en el equipo, ha contribuido con su protector de pecho y gorra de juego utilizados el día de la coronación.
La novena entrada del Juego 5 también quedó inmortalizada en el Salón de la Fama con la donación de una de las pelotas, aunque no fue posible obtener la del último out. Estos artículos representan la pasión y el esfuerzo que llevaron a los Dodgers a conquistar el campeonato y reafirman su legado en la historia del béisbol.
Este conjunto de donaciones servirá para inspirar a futuras generaciones y celebrará el triunfo de los Dodgers en la Serie Mundial 2024, marcando un hito en la historia de la MLB.