Scottsdale, Arizona – El lanzador dominicano Jefry Yan ha captado la atención del mundo del béisbol con sus llamativas celebraciones tras cada ponche, convirtiéndose en una sensación viral en redes sociales.
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El zurdo, quien firmó con los Rockies de Colorado este invierno como invitado a los entrenamientos de primavera, ha generado revuelo con su estilo electrizante en el montículo. Tras cada ponche, Yan realiza un enérgico salto con las piernas abiertas, seguido de una rotación de cadera y una señal de strike con su mano izquierda, todo acompañado de una contagiosa pasión por el juego.
“Ése es mi estilo de juego”, expresó Yan. “Soy eléctrico. Me gusta divertirme. Disfruto el béisbol”.
Su energía no solo ha llamado la atención de los aficionados, sino también de sus compañeros y entrenadores. Bud Black, manager de los Rockies, destacó la autenticidad de Yan: “La exuberancia con la que celebra un ponche… eso es lo que lo define”.
A pesar de la intensidad de sus festejos, Yan asegura que no busca ofender a sus rivales. “Cada vez que celebro, siempre miro a mi esquina, a mis compañeros y a mi receptor”, afirmó. “Me hace feliz hacer mi trabajo y sacar outs”.
Con 26 ponches en 21 entradas durante la temporada invernal con las Estrellas Orientales en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, Yan ha tenido múltiples oportunidades para desplegar su celebración característica. Su destacada actuación en la liga invernal le valió un contrato con los Rockies, después de una sobresaliente efectividad de 1.71 en 25 presentaciones.
El receptor de los Rockies, Jacob Stallings, quien coincidió con Yan en los Marlins de Miami, no se sorprende por su pasión. “Está bastante documentado que se emociona mucho, así que nadie se va a sorprender por ello”, comentó.
En su más reciente aparición con los Rockies, Yan ponchó a tres bateadores en una entrada en blanco durante la victoria de su equipo por 14-3 sobre los Medias Blancas.
Yan, de 28 años, está decidido a seguir disfrutando el béisbol a su manera, sin importar las críticas. “A veces quiero celebrar por dentro, pero las emociones ganan”, concluyó.
