Washington.- El Pentágono llevará a cabo una investigación sobre el bombardeo del 18 de marzo de 2019 contra la localidad siria de Baguz, donde decenas de personas fallecieron en el último tramo de la ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El portavoz del Pentágono, John Kirby, explicó este lunes en una rueda de prensa que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ordenó «una revisión del incidente con víctimas civiles» ocurrido en esa población, que fue el último reducto del EI en Siria.
En aquel entonces, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó del fallecimiento de doce civiles — cinco menores y siete mujeres— en un bombardeo de la coalición internacional liderada por EE.UU., mientras que la agencia de noticias estatal Sana dijo que fueron diez los muertos.
Más tarde, medios de comunicación estadounidenses elevaron la cifra de víctimas mortales a 80.
Una investigación del diario The New York Times, publicada a principios de este mes, recogía alegaciones de que responsables militares y civiles estadounidenses pudieron haber escondido la cifra real de fallecidos.
Según el rotativo, el número de muertos estuvo claro desde un primer momento para los comandantes de EE.UU, pero las Fuerzas Armadas llevaron a cabo maniobras para ocultar la cifra.
El Inspector General del Departamento de Defensa, una figura independiente, inició pesquisas sobre este asunto, pero su informe final quedó paralizado y se eliminó cualquier mención al bombardeo, de acuerdo a The New York Times.
Kirby explicó en la rueda de prensa de este lunes que la revisión, ordenada por Austin, será llevada a cabo por el general Michael Garrett, jefe del Comando de la Fuerza Aérea de EE.UU., que se encargará de revisar informes ya existentes sobre el bombardeo y estudiar los hechos y circunstancias relacionados con el ataque.
«Tendrá 90 días para completar la investigación», dijo Kirby, quien detalló que las pesquisas incluirán una evaluación sobre si se cumplió la ley de guerra y si es adecuado que los responsables del ataque rindan cuentas.
Aparte de la investigación del Inspector General, hubo otra de un grupo de trabajo especial estadounidense, cuya labor estuvo clasificada, que reconoció la muerte de cuatro civiles y que concluyó que no hubo ningún comportamiento erróneo en la operación.
En octubre de 2019, indicó The New York Times, el grupo de trabajo envió el resultado de su indagación a la sede del Comando Central (CENTCOM) de EE.UU., en Tampa (Florida).
Sin embargo, los responsables del CENTCOM no hicieron seguimiento de este tema ni revisaron el bombardeo, ni tampoco ordenaron a sus subordinados en Bagdad que lo hicieran.