Hoy celebramos el Día Mundial del Internet, una festividad que nos llega desde España y que la Organización de las Naciones Unidas ha fijado su fecha junto a la de las Telecomunicaciones.
Es propicio conmemorar este momento agradeciendo la oportunidad de tener esta herramienta tan valiosa, que nos ha permitido unirnos con los más lejanos y facilitar todo tipo de trabajo que hoy en día se realizan.
El Día Mundial del Internet no puede dejarse pasar sin que se haga un llamado al Estado y las grandes empresas de telecomunicaciones, recordando que ya son 27 años desde que llegó esa tecnología a nuestras playas, y aun a la fecha existe un gran problema de conectividad, servicio ineficiente, velocidades engañosas, y una brecha digital que afecta a las familias de más escasos recursos y las comunidades más lejanas a la capital.
Es justo recordar que la Internet es un servicio necesario para las sociedades, tal como lo es la electricidad y el agua, y así fue demostrado con la reciente pandemia de la COVID-19, donde los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que pudieron mantener sus estudios fueron aquellos con acceso a la gran red.
Ya es tiempo de que el servicio de internet deje de ser solo un negocio, y pase a ser un producto de primera necesidad, donde los suplidores tengan el compromiso, con el apoyo gubernamental, de conectar con fibra óptica o satelital los 48,442 kilómetros cuadrados que componen la República Dominicana.
