El jefe del Estado Mayor del Ejército del Yemen, teniente general Sagheer bin Aziz, sobrevivió este martes a un atentado perpetrado con un coche bomba en una carretera que conduce a la provincia central de Marib, informaron las Fuerzas Armadas del país árabe en un comunicado.
De acuerdo con la nota, Bin Aziz fue objeto de un «intento de asesinato cobarde mientras regresaba a Marib de una visita en el extranjero», en referencia a un viaje reciente que el militar hizo a Estados Unidos.
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El atentado, de acuerdo con el comunicado, fue un intento de disuadir al militar de «su firmeza frente a la milicia sectaria hutí apoyada por Irán», sugiriendo que los rebeldes chiíes respaldados por Irán estuvieron detrás del ataque.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la acción.
Por su parte, fuentes militares indicaron a EFE que tres de los guardaespaldas del jefe del Estado Mayor resultaron heridos cuando un coche bomba estacionado al costado de la carretera estalló al paso de su convoy.
Marib, una provincia rica en petróleo, es la base principal de las fuerzas del Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen y la última provincia controlada por el Ejecutivo en el norte del país, mientras que los insurgentes han estado intentando controlarla desde principios de 2021.
Las fuerzas gubernamentales y los combatientes tribales aliados del Ejecutivo estacionados en la ciudad de Marib y sus alrededores han logrado hasta ahora detener los avances de los hutíes en la ciudad, habitada por alrededor de tres millones de personas.
Este no es el primer atentado dirigido contra el jefe del Estado Mayor del Yemen: el pasado 25 de marzo ya sobrevivió, junto al ministro de Defensa, a un ataque con drones explosivos que apuntó contra su convoy mientras circulaba por la provincia de Taiz, en el suroeste del país.
El dron, que el Gobierno alega que fue lanzado por los hutíes, impactó contra un vehículo que transportaba soldados que escoltaban a los tres funcionarios, provocando la muerte de un militar y heridas a otros.
El Yemen lleva inmerso en una guerra desde 2014, cuando los rebeldes hutíes se hicieron con la capital del país, Saná, y desplazaron al gobierno internacionalmente reconocido a la ciudad meridional de Adén.
