miércoles, abril 24, 2024

El padre de David Ortiz nunca dudó de su hijo, aún cuando el “Big Papi” quería rendirse

Santo Domingo.- El orgullo y la pasión que se siente al escuchar a Américo Henríquez Ortiz cuando habla de su hijo, uno de los peloteros más grandes que ha parido la República Dominicana, David Ortiz, es indescriptible.

Don Leo, como muchos lo conocen, asegura que el “Big Papi” no solo ha sido un gran jugador, sino que es un hombre grande, humilde y que ha tratado a los demás con respeto y buen corazón.

El nombre de “David” tiene su historia, y es que al igual que el rey, cuyo nombre yace en la biblia, este tiene un significado especial para la familia Ortiz.

Según relata Américo, cuando tenía unos 13 años, al estar en contra del gobierno, unos policías casi lo asesinan al golpearlo durante horas con unas macanas, pero un agente cuyo nombre era David, le salvó la vida, situación que causó su desvinculación de la entidad del orden.

Luego de esto, ambos se hicieron amigos y a pesar de que no se han vuelto a ver, prometió que su hijo llevaría este nombre que perteneció a alguien tan preciado.

Nunca hubo dudas

Don Leo, con una voz acongojada, cuenta que a pesar de que en ocasiones el “Big Daddy” dudó de él, como padre jamás perdió de la esperanza de que su hijo llegaría tan lejos como se lo propusiera.

“Nunca tuve dudas, siempre confié , inclusive cuando lo bajaron a Tripe A y él tenía una lucha constante para no volver a jugar, me mantuve firme”, sostuvo en una entrevista para De Último Minuto.

Número 34

El número 34, con el que jugó David en los Red Sox, fue retirado para que ningún otro jugador lo llevara, esto como símbolo de la grandeza de este deportista dominicano.

Su padre, al recordar el momento cuando vio la bandera dominicana, la cual define como “la más grande en todo el mundo”, dijo que sus lágrimas no paraban al sentir el amor que le brindaban a su hijo.

“Sé que todo aquel que se siente orgulloso de ser dominicano lloró ese día, era imposible no hacerlo”, recordó.

Un hombre responsable con su trabajo

Américo define a David como un hombre comprometido al 100% con su trabajo.

Explicó que en una ocasión, aunque estaba enfermo y con fiebre, fue a jugar un partido para demostrar que este juego “estaba hecho para hombres”.

Además, aseguró que el ex pelotero se retiró sabiendo que podía jugar dos temporadas más, pero que por el gran compromiso que tenía a la hora de prepararse para las temporadas, decidió decir adiós por todo lo alto.

“David no solo se preparaba para cobrar millones. Los Red Sox han sabido valorar y reconocer el trabajo de él”, puntualizó.

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