Tel Aviv, Israel. – La organización humanitaria Save a Child’s Heart (SACH) ha logrado hasta la fecha salvar la vida de casi 8,000 niños de más de 70 países, ofreciendo cirugías cardíacas y tratamientos especializados a menores que, en su mayoría, no tienen acceso a sistemas de salud en sus lugares de origen.
Con un promedio de 15 mil dólares por tratamiento completo, incluyendo transporte, vuelos, estadía y procedimientos médicos, la fundación logra mantener costos relativamente bajos gracias a que sus doctores trabajan de manera voluntaria y a convenios estratégicos con aerolíneas como Ethiopian Airlines, así como con hospitales aliados en Israel.
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“Es muy satisfactorio poder ayudar a niños que no tienen acceso a estos servicios que deberían de tener, porque es un derecho. Literalmente estamos salvando vidas, aunque también es triste saber que como humanidad aún nos queda mucho por hacer”, expresó la directora de marketing de la organización, de origen mexicano, quien aseguró sentirse identificada con comunidades de su país que enfrentan circunstancias similares.
La labor de Save a Child’s Heart se sostiene en tres pilares:
- Traslado de niños a Israel para evaluaciones y cirugías completas, con un seguimiento que puede extenderse entre mes y medio y tres meses de tratamiento.
- Misiones médicas internacionales, que incluyen operaciones, cateterizaciones y jornadas de diagnóstico en países como Zambia o Sudán del Sur, donde recientemente más de 200 niños fueron evaluados.
- Formación de médicos especialistas, capacitando a profesionales en cardiología pediátrica que regresan a sus países para continuar la labor en beneficio de nuevas generaciones.
Un hogar mientras recuperan la salud
En la Children’s Home, ubicada en las afueras de Tel Aviv, los niños y sus madres encuentran un espacio de acogida donde viven, juegan y reciben cuidado durante su recuperación. La casa tiene capacidad para 40 niños con sus acompañantes, además de personal de apoyo y enfermeras que sirven como traductoras y acompañantes médicos, ya que cada menor proviene de un contexto cultural y lingüístico distinto.
Casos como el de Manu, un pequeño que llegó con apenas seis meses de nacido y que ha pasado más de dos años recibiendo tratamientos continuos en Israel, muestran la dimensión humana de este esfuerzo que combina ciencia, solidaridad y esperanza.
Save a Child’s Heart ha realizado más de 140 misiones médicas en el extranjero y se ha consolidado como una de las iniciativas más reconocidas a nivel internacional en materia de salud pediátrica. En promedio, cada 24 horas un niño es atendido gracias a sus programas, un ritmo que la organización busca ampliar con la construcción de nuevas instalaciones como el centro Zocar, diseñado para incrementar su capacidad de respuesta.





