jueves, abril 25, 2024

La delincuencia nos quiere arropar

Inicialmente quería decir que la delincuencia, los robos, atracosy homicidios nos arropan, pero no es así, mientras haya personas buenas, con criterios morales, valores cívicos justos y leal a la fe y la bondad, no estaremos perdidos ni tampoco tendremos un motivo para abandonar la lucha por un mejor país. 

Pienso que no es momento de politizar la crisis de actos delictivos con argumentos de oposición que no suman ni aportan para frenar el desasosiego que nos genera la escalada de delincuencia que oprime a nuestra nación, no es el momento de decir o señalar quién lo hizo mejor en otros tiempos. 

Es el tiempo de poner la política divisiva y bipolar a un lado y hacer una contribución, un acuerdo, un esfuerzo de política colectiva donde todos los partidos y sociedad civil con unificación de criterio, lógica y raciocinio pongamos un alto a la violencia, robos, atracos y homicidios. Apoyo a un frente de paro a la violencia. Hemos visto que después de la pandemia del COVID-19 se ha producido una alteración en los ánimos, la ciudadanía esta más violenta. 

Vemos un reciente repunte violento en República Dominicana. Los asesinatos se han disparado casi un 40 por ciento desde 2019, y los delitos violentos, incluidos tiroteos y otros ataques, han aumentado en general.

A nivel mundial, el número absoluto de muertes por guerra ha ido disminuyendo desde 1946. Sin embargo, los conflictos y la violencia están actualmente en aumento, con los muchos conflictos librados hoy entre actores criminales en nuestros barrios. Hoy en día, el crimen mata a muchas más personas que los conflictos armados. En 2017, casi medio millón de personas en todo el mundo murieron en homicidios, superando con excesos las 89,000 muertas en conflictos armados activos y las 19,000 muertas en ataques terroristas. 

Si las tasas de homicidios siguen aumentando a la tasa actual del 4 por ciento, entonces los Objetivos de Desarrollo Sostenible No. 16 del acuerdo de la Organización de Naciones Unidas(ONU), que incluyen la meta de «reducir significativamente todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad relacionadas en todas partes», no se cumplirán para 2030. Con cada persona que perdemos se sufre por razón emocional “impacto psicológico o trauma”, desamparo familiar y el impacto económico poniendo a la familia del fallecido en una posición vulnerable.

Volviendo con el crimen organizado y la violencia de pandillas, éstas varían ampliamente entre regiones; los países de las Américas tienen las tasas más altas de homicidio por un amplio margen, representando el 37 por ciento del total mundial en una región que representa solo el 13 por ciento de la población global. Como ustedes pueden leer, la ola de violencia que estamos viviendo es en el continente americano completo. 

Puedo señalar tres puntos que ayudan a explicar el aumento de la violencia. La pandemia de la COVID-19 y los aislamientos asociados interrumpieron con todos los aspectos de la vida, incluidos los servicios sociales que pueden controlar el crimen y la violencia, los asesinatos de alto perfil del año 2020 y las protestas posteriores tensaron las relaciones entre la policía y la comunidad y la proliferación de armas de fuego en una cantidad récord en los últimos años.

Y podemos añadir otra explicación, una creciente sensación de discordia social y desconfianza, a medida que los dominicanospierden la fe en las instituciones y en los demás; es más probable que arremetan, incluso, de manera violenta, por el sentimiento que les genera esta sensación de falta de protección. 

Además del COVID-19 y la brutalidad, homicidios y atracos, la política cada vez más polarizada con campañas en el país que nunca terminan. Las malas condiciones económicas también han alimentado esta discordia, eso ayuda de alguna manera a explicar el aumento de asesinatos, así como los aumentos recientes en la adicción a las drogas, los problemas de salud mental, los accidentes automovilísticos e incluso las confrontaciones entre las autoridades y la ciudadanía.

¿Qué iniciativas podemos aportar nosotros en la Republica Dominicana? 

Lo Primero:

Entregar nuestro corazón a nuestro creador Dios y hacer cadena de oración:

Mateo 13:15

Porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido,

Con sus oídos apenas oyen,

y han cerrado los ojos,

De lo contrario verían con sus ojos,

Oigan con sus oídos,

y entiendan con el corazón y vuelvan, y yo los sanaría.

Y por parte del gobierno y como medida a corto plazo ya se implementa en los barrios de Santo Domingo la vigilancia mixta policial y militar, específicamente, una vigilancia policial más enfocada dirigida a ciertas personas y lugares con mayor probabilidad de ser violentos. Con algunas de estas estrategias, la policía trabaja con otros servicios sociales para sacar a los perpetradores violentos de esa vida.

A largo plazo, como experto en el comportamiento humanoapoyo una gama de soluciones que enriquezcan la posición socioeconómica tanto de las personas como de las comunidades a lo largo del tiempo; incluyen programas preescolares, iniciativas de trabajo de verano, aumento de la edad de abandono escolar, ecologización de lotes baldíos, más alumbrado público y mayor tratamiento contra las drogas,también hay buena evidencia para implementar un estrictocontrol de armas de fuego y mayores impuestos al alcohol.

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