Puerto Príncipe.- La escalada de violencia que vive Haití se ha visto recrudecida en las últimas semanas, en las que se suceden las masacres a manos de las bandas armadas en su lucha por el control del territorio, situación que sigue preocupando a la comunidad internacional tal como se puso de relieve este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La nueva enviada de la ONU para Haití, la ecuatoriana María Isabel Salvador, reiteró hoy la propuesta de envío de una fuerza internacional para que apoye a la Policía Nacional Haitiana (PNH) en la lucha contra las bandas armadas, intervención planteada desde octubre de 2022 sin que llegue a materializarse al no haber ningún país dispuesto a liderarla.
El debate en el Consejo de Seguridad se produce tras varias jornadas de intensa violencia que han dejado decenas de muertos entre civiles, integrantes de diversas pandillas y miembros de la Policía.
Entre el 14 y el 19 de abril, al menos 70 personas murieron y 40 resultaron heridas en los enfrentamientos entre bandas rivales en Cité Soleil, el mayor barrio de chabolas de Puerto Príncipe, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Haití (Ocha).
El pasado lunes, más de una docena de presuntos miembros de esos grupos fueron linchados por una multitud en Canapé-Vert, zona alta de la capital, después de que la Policía interceptara el autobús público en el que viajaban y en el que transportaban armas y municiones.
Varios videos que circulan en las redes sociales muestran a una turba vertiendo gasolina sobre los cuerpos de los hombres linchados, algunos de ellos aún con vida, mientras que otras personas intentan encender neumáticos sobre ellos.
Ese mismo día, la Policía Nacional haitiana confirmó la muerte de Carlo Petit Homme, alias «Ti Makak», jefe de una poderosa banda que controlaba la zona de Laboule 12 y Thomassin, área de población adinerada situada en la zona alta de Puerto Príncipe donde la Policía llevó a cabo una amplia operación.
Ciudadanos de a pie, políticos, periodistas, y agentes de la Policía Nacional son blanco de las pandillas, que en los últimos meses han asesinado al menos a doce miembros de la institución, tres de ellos el pasado 9 de abril.
Casi toda el área metropolitana de Puerto Príncipe está bajo el control de bandas armadas, que en un año han pasado de 200 a 300, cometiendo día y noche abusos que van desde robos a masacres, pasando por secuestros y violaciones de mujeres y niñas, muchas de ellas en manada.
Más de 400 personas murieron en los últimos 6 meses en Haití en ataques armados contra la población, que se han intensificado desde el comienzo de este año, particularmente en los departamentos del Oeste y Artibonite, según un informe publicado el pasado lunes por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).
La situación de extrema crisis llevó al primer ministro haitiano, Ariel Henry, a pedir en octubre del año pasado el envío de una fuerza extranjera, una solicitud aún sin respuesta concreta que la República Dominicana, vecina de Haití, ha reclamado en diversas ocasiones antes el Consejo de Seguridad de la ONU.
Una vez más, el ministro dominicano de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, alertó hoy ante este foro de la «situación insostenible» que vive Haití por la violencia de las bandas armadas y exigió al Consejo de Seguridad respuestas inmediatas.
«Estamos presenciando hoy la disolución del Estado haitiano», advirtió Álvarez, que viajó a Nueva York para intervenir en el debate sobre Haití en el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.