Jarabacoa, RD. – La Asociación de Propietarios de la comunidad Jamaca de Dios, ubicada en la Colonia Palo Alto de Jarabacoa, denunció este fin de semana un inminente riesgo de colapso en la montaña donde se encuentra construido el restaurante Jamaca de Dios. Los denunciantes advierten que la situación representa una amenaza mayor que la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo.
A través de misivas enviadas al presidente Luis Abinader, al ministro de Obras Públicas Eduardo Estrella y al ministro de la Presidencia José Ignacio Paliza, los propietarios solicitaron la intervención urgente del Estado ante lo que consideran una construcción irregular que podría derivar en una catástrofe humana y medioambiental.
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Según expone el representante de la asociación, el ciudadano estadounidense Michael A. Pagán, el restaurante —originalmente una oficina de venta de solares— fue adaptado para albergar a 100 personas, pero actualmente recibe a más de 800 comensales sin contar con los permisos necesarios del Ayuntamiento de Jarabacoa, el CODIA, ni de Medio Ambiente ni Obras Públicas.
La denuncia también señala que el restaurante habría sido adquirido por el colombiano José Gabriel Mendoza —quien, aseguran, no ha presentado certificado de título— a través del señor Michael Ballantimes, y que este ha realizado desmontes de gran magnitud en un solar de aproximadamente 14,000 metros cuadrados justo debajo del restaurante, lo que, según expertos, compromete la estabilidad de la montaña.
Entre los documentos enviados se incluyen fotografías que evidencian deslizamientos de tierra, aludes frecuentes y construcciones carentes de estructuras seguras. Se destacan balcones sin columnas, muros, ni vigas, lo que para los propietarios representa un riesgo inminente para los residentes y visitantes de la zona.
La Asociación solicita el cierre provisional o definitivo del restaurante, así como la demolición de las construcciones ilegales hasta que se verifique su legalidad y seguridad. También pidieron que el Ministerio de Medio Ambiente asuma el control de la montaña, protegiendo los nacimientos de agua que aún se conservan en el área.
Finalmente, los propietarios sostienen que ya han acudido a múltiples organismos —incluyendo Obras Públicas, CODIA, Salud Pública y el Cuerpo de Bomberos— y que todos han podido comprobar la validez de sus preocupaciones.