SANTO DOMINGO. - Ante los recientes casos que han consternado al país de muertes accidentales o violentas de niños, niñas y adolescentes, en circunstancias todavía bajo investigación, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) hizo un llamado urgente a la sociedad dominicana a proteger activamente a esta población, y a no ignorar las señales de alerta que indican riesgos de vulneraciones a sus derechos.
“La niñez y la adolescencia son responsabilidad de todos y todas. Cada vida cuenta. Cada señal importa. Ni uno más”, expresó la presidenta ejecutiva del CONANI, Ligia Pérez Peña, al reafirmar el compromiso institucional con la protección integral de la niñez y la adolescencia en el país.
Las trágicas muertes, accidentales o violentas, ponen en evidencia la necesidad de fortalecer las redes de protección familiar, comunitaria e institucional, así como de visibilizar y atender los factores que inciden en la seguridad y bienestar de las personas menores de edad.
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“Nos hemos acostumbrado a ver señales y callar. Ya no basta con lamentar: es momento de actuar”, indicó la titular de la institución, quien instó a denunciar cualquier caso o sospecha de abuso infantil a través de los canales oficiales (Línea Vida, Sistema 9-1-1 y Procuraduría Fiscal de Niños, Niñas y Adolescentes).
El CONANI recuerda a la ciudadanía que toda persona que tenga conocimiento o sospecha de un caso de abuso está obligada a denunciarlo, tal como lo establece el artículo 14 de la Ley 136-03, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes.Como parte de su misión preventiva, el CONANI desarrolla actividades comunitarias en todo el territorio nacional a través de sus 38 oficinas regionales y municipales.
Estas jornadas impactan directamente a niños, niñas, adolescentes, padres, madres y tutores, abordando temas fundamentales como la crianza positiva, la educación emocional, y la prevención del abuso y la negligencia.
El órgano rector estará realizando próximamente un panel titulado “Prevención de la violencia: claves para proteger a la niñez y la adolescencia”, con la participación de especialistas en protección legal, salud mental y sociología. Este espacio está orientado a madres, padres, cuidadores y actores comunitarios, con el propósito de fortalecer su capacidad para identificar señales de alerta, brindar apoyo oportuno y actuar en favor de la protección efectiva de niños, niñas y adolescentes.
El abuso infantil se manifiesta cuando una persona encargada del cuidado provoca, por acción u omisión, un daño físico, emocional o psicológico al niño, a la niña o adolescente, o pone en riesgo su vida. Esto incluye la negligencia, el abuso físico o sexual, la explotación y el abuso emocional.
Casos recientes de muertes de niños
En menos de una semana fueron reportadas tres muertes de niños de la misma edad y los señalados de cometer los hechos son personas de su círculo de cuidado, una madre, una madrastra y un padrastro. Todo los casos sucedieron en demarcaciones distintas.
Los niños tenían dos años de edad cada uno y los casos se registraron en Pedro Brand, Cristo Rey y La Romana.
Las autoridades se encuentran actualmente investigando los acontecimientos para determinar si realmente los señalados fueron los responsables por las muertes de los menores de edad, todos con signos de maltrato físico.
En el caso de La Romana, la madre confesó haber cometido el crimen tras supuestamente haber escuchado voces.
Carlos Manuel Félix, padre del niño, relató que salió de su casa la noche anterior para ir a trabajar y que, al regresar en la mañana, encontró al menor sin signos vitales.
"Me fui a trabajar a las 8:30 de la noche. Antes de salir, preparé la cena para los niños, porque ella no tenía fuerzas. Incluso le lavé la ropa para que se sintiera tranquila, porque lo que yo quería era paz en la casa", dijo Félix visiblemente afectado.
Según su testimonio, su pareja, identificada como Sobeida María padecía episodios de ansiedad para los cuales tomaba medicación. Asegura que nunca imaginó que pudiera dañar al niño.
"Le compré unas pastillas para la ansiedad. Ella las tomaba y dormía. Jamás pensé que sería capaz de algo así. Quería a ese niño como si fuera de oro", agregó.