Vaquita, Choco, África y Elvirita, perros que vivieron durante años en el parque fueron cruelmente envenenados.
Santo Domingo.- La comunidad del Parque Mirador Sur y defensores de los derechos animales han expresado su profunda indignación tras la muerte de al menos cuatro perros envenenados en las inmediaciones del emblemático espacio verde de la capital, administrado por la gobernadora Belinda Mastrolilli.
El alarmante hecho fue denunciado por la activista Haidee Vargas, quien el martes 6 de mayo encontró a cuatro de los perros que protegía en estado agónico, tras llevarles alimento como lo hacía de forma habitual. A pesar de trasladarlos de inmediato a un centro veterinario, tres murieron al poco tiempo y la cuarta falleció el domingo por la mañana. Según la autopsia realizada a una de las perritas, la causa fue un agente tóxico que generó hemorragias internas y un sufrimiento extremo.
Vecinos afirman que estos perros convivían pacíficamente en el parque desde hace más de una década. Habían sido esterilizados, vacunados y alimentados con la colaboración de residentes y policías del destacamento cercano.
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Desde enero, varios ciudadanos habían denunciado presiones de la administración del parque para retirar a los perros, alegando que molestaban a los visitantes. También han criticado la entrega de algunos animales a una fundación que, pese a realizar campañas de recaudación en redes sociales, no contaría con los recursos suficientes para brindarles una atención adecuada, exponiéndolos a situaciones de abandono.
La Federación Dominicana por los Derechos de los Animales (FEDDA) condenó enérgicamente el uso de veneno en un espacio público y solicitó al Ministerio Público y a la Policía Nacional abrir una investigación urgente. El caso fue remitido a la Procuradora Yeni Berenice Reynoso para garantizar un proceso riguroso y el esclarecimiento de los hechos.
Vecinos y organizaciones animalistas piden la apertura de un expediente formal en la Fiscalía, la revisión inmediata de los protocolos de seguridad del parque, y un compromiso firme por parte de las autoridades para reubicar y proteger a los animales restantes. La comunidad permanece en alerta, unida en solidaridad con los perros del Mirador Sur y decidida a exigir verdad y justicia.