Santo Domingo.- La calle 28 casi esquina Moca, en el sector Villas Agrícolas, es escenario de preocupación. Cada vez que llueve, los residentes enfrentan inundaciones que afectan su movilidad, y que también representan un riesgo para la salud pública. Ayer, tras el paso de un aguacero, vecinos reportaron la aparición de una serpiente en medio de las aguas estancadas, una situación que elevó el nivel de alerta entre los moradores.
Según denuncian los comunitarios, el sistema de drenaje pluvial en la zona está completamente colapsado, y la situación se agrava por la posible descarga de químicos por parte de industrias cercanas, lo que estaría tiñendo las aguas de un tono verdoso.
“La calidad de vida de los agricultores en Villa Agrícola va en decadencia. La situación afecta directamente la salud, la niñez, a los envejecientes. Es un caos total”, expresó Ariel Modesto Rosario, presidente del Consejo de Juntas de Vecinos para el Desarrollo de Villas Agrícolas (Cojudeva).
Rosario explicó que han hecho múltiples llamados a las autoridades, incluyendo al Ayuntamiento del Distrito Nacional, a la alcaldesa Carolina Mejía, e incluso al presidente de la República, sin obtener una respuesta contundente.
“Aquí tenemos centros educativos, iglesias y más de 40 viviendas afectadas. Cuando llueve, los niños dejan de ir a la escuela. Esto es un colapso”, denunció.
El líder comunitario también hizo un llamado de reflexión a los propios vecinos, reconociendo que una parte del problema radica en la falta de conciencia ciudadana, con personas que lanzan basura en plena lluvia.
“Tenemos que ser conscientes. Es culpa también de la misma comunidad. La gente no coopera. A veces tiran la basura para que el agua se la lleve, pero eso es peligroso. Y las empresas de la zona tampoco están haciendo su parte”.
Además, instó al Ministerio de Medio Ambiente y al Ministerio de Salud Pública a realizar una inspección urgente a las industrias del área, ya que las aguas verdosas que corren por las calles parecen tener origen en residuos industriales.
“Si tú caminas desde la 28 hasta Gómez, te das cuenta que ese colorante viene de alguna empresa. Eso no es normal”, advirtió.