Cleveland, EE. UU. – Una investigación de la Cleveland Clinic, publicada en la revista Obesity Journal, concluye que los medicamentos inyectables para la obesidad, como la semaglutida y la tirzepatida, generan una menor pérdida de peso en entornos clínicos reales comparado con los resultados obtenidos en ensayos clínicos controlados.
El estudio identifica como causas principales la interrupción del tratamiento y el uso de dosis de mantenimiento más bajas que las recomendadas. Estas prácticas también afectaron negativamente el control de glucosa en pacientes con prediabetes.
Leer más: ¿Cómo afecta la obesidad en los riñones?
“Los pacientes tratados con estos fármacos perdieron menos peso en promedio en la vida real. Nuestros datos indican que esto se debe a la interrupción temprana del tratamiento y al uso de dosis inferiores a las óptimas,” explicó Hamlet Gasoyan, Ph.D., autor principal del estudio e investigador de Cleveland Clinic.
Los medicamentos semaglutida (Wegovy y Ozempic) y tirzepatida (Zepbound y Mounjaro) están aprobados por la FDA para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y el control del peso. Sin embargo, el estudio reveló que más del 50% de los pacientes interrumpieron el tratamiento dentro del primer año, y el 80% usó dosis más bajas de lo recomendado.
Principales hallazgos del estudio:
- Pérdida de peso promedio:
- 3.6% entre quienes interrumpieron el tratamiento en los primeros 3 meses.
- 6.8% en los que lo interrumpieron entre 3 y 12 meses.
- 11.9% en quienes lo mantuvieron durante el año.
- Hasta 18% de reducción en quienes siguieron tratamiento completo con tirzepatida a dosis altas.
- Control glucémico en pacientes con prediabetes:
- Solo 33% de quienes interrumpieron temprano alcanzaron niveles normales de glucosa.
- Frente a un 67.9% de normalización en quienes completaron el tratamiento.
Además, los pacientes que mantuvieron el tratamiento y usaron dosis adecuadas fueron los que más probabilidades tuvieron de lograr una pérdida de peso igual o superior al 10%, umbral considerado clínicamente significativo.
Entre las razones más comunes para abandonar el tratamiento se incluyen:
- Costos elevados y falta de cobertura de seguros.
- Efectos secundarios.
- Escasez del medicamento.
Los investigadores anunciaron un nuevo estudio en desarrollo para cuantificar con mayor precisión las causas de abandono del tratamiento y explorar métodos alternativos de control de peso tras la interrupción de los medicamentos.
“Este estudio ofrece información clave para que médicos y pacientes comprendan la importancia de la continuidad y la dosificación adecuada del tratamiento para lograr resultados sostenibles”, concluyó el Dr. Gasoyan.