Inestabilidad, violencia y desastres naturales, eso ha sido Haití.
Es importante recordar que el primer siglo del francoparlante Haití estuvo marcado por la inestabilidad y más de 70 dictadores gobernaron el país hasta que en el año 1915 tropas de Estados Unidos ocuparon el territorio. Se quedarían allí hasta el año 1934.
Una nueva ola de inestabilidad siguió luego, con diferentes golpes de Estado, intentos democráticos frustrados y levantamientos rebeldes, y en 2004 se desplegó una fuerza internacional de paz por orden del Consejo de Seguridad de la ONU.
En 2010 Haití es golpeado por dos desastres: un terremoto que destruye gran parte de Puerto Príncipe, mata a unas 217.000 personas y deja a más de dos millones sin hogar, y una epidemia de cólera que le quitó la vida a 6.600 personas. Del otro lado de la frontera, donde el terremoto tuvo pocos efectos y no se reportaron muertes, República Dominicana, (MI PAÍS) fue el primero en enviar ayuda a Haití.
Puedes leer también: Tolentino: Los países de América tienen que intervenir a Haití
Recordar
Podríamos durar días recordando lo solidario, hospitalario y sobre todo, lo políticamente correcto que hemos sido SIEMPRE con nuestros vecinos y hermanos haitianos, pero eso para ellos simplemente, al parecer, nunca será suficiente para dejar de vernos como sus enemigos y comenzar a entender que compartimos una isla y somos por ende sus aliados.
A pesar de que Haití se independizó 40 años antes que República Dominicana, en el año 1804, hoy continúan esclavos de las bandas que se han apoderado de las calles y aparentemente ayudaron a que se propiciara el segundo magnicidio de ese país.
El 7 de julio matan a Jovenel Moïse y 5 meses después, a pesar de la ayuda ofrecida por distintos países, incluyendo el nuestro, para descifrar la verdad que devele los responsables de la muerte de Moïse, este estado fallido, que actualmente está sin presidente ni congreso, prefiere rechazar dicha ayuda y seguir sin hacer justicia a su mandatario asesinado.
En el año 2012, República Dominicana construyó una moderna universidad en Haití. El presidente de ese entonces, Leonel Fernández, entregó las instalaciones a pesar de ser duramente criticado, pero, como siempre, para nuestros hermanos haitianos nunca será suficiente, y en el momento de recibir la universalidad arrancaron las letras en bronce del nombre del profesor Juan Bosch del edificio.
Las parturientas haitianas ya superan a las dominicanas. Éstas ocupan el 29% de la camas en las maternidades de República Dominicana y aún así para ellos seguimos siendo sus enemigos. Para Haití nunca será suficiente lo que hagamos por ellos y para ellos.
