miércoles, abril 24, 2024

¿Quién es Mario Vargas Llosa?

Mario Vargas Llosa, es un escritor hispanoperuano. Considerado uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, sus obras han cosechado numerosos premios, entre los que destacan el Nobel de Literatura 2010, el Cervantes 1994 —considerado como el más importante en lengua española—, el Príncipe de Asturias de las Letras 1986, el Biblioteca Breve 1962, el Rómulo Gallegos 1967 y el Planeta 1993, entre otros.

Junto a Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, es uno de los exponentes centrales del boom latinoamericano.

Como escritor, Mario Vargas Llosa alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas como La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1966) y Conversación en La Catedral (1969). Continuó cultivando prolíficamente varios géneros literarios, como el ensayo, el artículo y el teatro. Varias de sus obras han sido adaptadas al cine y a la televisión.

La mayoría de sus novelas están ambientadas en Perú y exploran su concepción sobre la sociedad peruana; en cambio, en La guerra del fin del mundo (1981), La fiesta del Chivo (2000) y El sueño del celta (2010) ubica sus tramas en otros países.

Como otros autores hispanoamericanos, ha participado en política. Luego de simpatizar con el comunismo en su juventud, a partir de la década de 1980 se adscribió al liberalismo.

Fue candidato a la presidencia del Perú en las elecciones de 1990 por la coalición política de centroderecha Frente Democrático. Perdió la elección en segunda vuelta frente al candidato de Cambio 90, Alberto Fujimori.

En 2011 Mario Vargas Llosa fue nombrado primer marqués de Vargas Llosa por el rey Juan Carlos I de España.​

En 2021 fue elegido miembro de la Academia Francesa para ocupar el asiento número 18 de esa institución, de la que es el primer miembro que no ha escrito obras en lengua francesa, a pesar de que la habla con fluidez. Favoreció tal elección el que Vargas Llosa fuera el primer escritor de lengua no francesa al que la prestigiosa colección La Pléiade de Gallimard le ha publicado su obra en vida. Es el segundo latinoamericano que llega a la academia después del argentino Héctor Bianciotti.

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Vargas Llosa, primer escritor en español en ingresar a la Academia Francesa

¿Cuál es su nombre real?

Su nombre real es Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, nació en una familia de clase media en la ciudad de Arequipa, en el sur del Perú en 1936.​

Fue el único hijo de Ernesto Vargas Maldonado (Lima, 1905-1979) y de su esposa Dora Llosa Ureta (Arequipa, 1914-1995), quienes se separaron meses antes de su nacimiento​ para divorciarse tras el mismo, de mutuo acuerdo.​

Poco después de que Mario naciera, su padre reveló que tenía una relación con una mujer alemana y como resultado de dicha unión, nacieron dos medios hermanos menores del escritor: Enrique y Ernesto Vargas​ (el primero falleció de leucemia a los once años de edad; el segundo es abogado y ciudadano estadounidense).

Su padre era el único hijo de Marcelino Vargas y de su primera mujer Zenobia Maldonado, fallecida en 1925. Su abuelo paterno se casó por segunda vez con Constanza Serpa y tuvieron ocho hijos e hijas (Manuel Vargas Serpa, Ana Vargas Serpa, Rosa Vargas Serpa, Yolanda Vargas Serpa, Humberto Vargas Serpa, Ortencia Vargas Serpa, María de Lourdes Vargas Serpa  y Orlando Vargas Serpa). Por línea materna, desciende del maestre de campo vizcaíno Juan de la Llosa y Llaguno quien se asentó en Arequipa en 1702.

Mario vivió con su familia materna en Arequipa hasta un año después del divorcio de sus padres, en 1937, momento en que su abuelo Pedro J. Llosa Bustamante se trasladó con toda su familia a Bolivia, donde había conseguido un contrato para administrar una hacienda algodonera cercana a Cochabamba.

En dicha ciudad pasó los siguientes nueve años de su niñez, donde aprendió a leer y a escribir. Junto con su madre y la familia materna, y cursó hasta el cuarto grado en el Colegio La Salle.​ Hasta los diez años, se le hizo creer que su padre había fallecido, ya que su madre y su familia no querían explicarle que se habían separado.​

Al iniciarse el gobierno del presidente José Luis Bustamante y Rivero en 1945, su abuelo, que era primo hermano del mandatario, obtuvo el cargo de prefecto del departamento de Piura, por lo que la familia entera regresó al Perú. Los tíos de Mario se establecieron en Lima, mientras que Mario y su madre siguieron al abuelo a la ciudad de Piura.

​ Allí Mario continuó sus estudios de primaria en el Colegio Salesiano Don Bosco,​ cursando el quinto grado. Fue ahí donde hizo amistad con uno de sus compañeros, Javier Silva Ruete, quien tiempo después sería ministro de economía.​

A fines de 1946 o principios de 1947, y cuando tenía diez años de edad, Mario se encontró con su padre por primera vez en Piura.​ Sus padres restablecieron su relación y se trasladaron a Lima, instalándose en el distrito de clase media Magdalena del Mar.

Luego se trasladaron a La Perla, en el Callao, donde vivieron en una pequeña casa aislada. Los fines de semana Mario solía visitar a sus tíos y primos, que vivían en el barrio de Diego Ferré, en el distrito de Miraflores, donde hizo muchos amigos y donde tuvo sus primeros enamoramientos. Mario ha plasmado estos lugares en muchos de sus libros como un grato recuerdo.​

En Lima estudió en el Colegio La Salle, de la congregación Hermanos de las Escuelas Cristianas,​ cursando el sexto grado de primaria en 1947, y los dos primeros años de secundaria de 1948 a 1949. La relación con su padre, siempre tortuosa, marcaría el resto de su vida.

Por años, guardó hacia él sentimientos entremezclados, como el temor y el resentimiento, debido a que durante su niñez debió soportar violentos arrebatos de parte de su padre, además de un resentimiento hacia la familia Llosa y grandes celos para con su madre pero, sobre todo, a causa de la repulsión de su padre por su vocación literaria, que nunca llegó a comprender.​

A los 14 años, su padre lo envió al Colegio Militar Leoncio Prado, en el Callao, un internado donde cursó el 3.º y el 4.º año de educación secundaria, entre 1950 y 1951. Allí soportó una férrea disciplina militar y, según su testimonio, fue la época en la que leyó y escribió «como no lo había hecho nunca antes», consolidando así su precoz vocación de escritor.

En su libro La ciudad y los perros Vargas Llosa retrata la experiencia vívida, la disciplina a la que fue sometido en el colegio militar. Sus lecturas predilectas fueron las novelas de los escritores franceses Alejandro Dumas y Victor Hugo.

Entre sus profesores figuró el poeta surrealista César Moro, quien por un tiempo le dio clases de francés.

Durante las vacaciones veraniegas de 1952, Vargas Llosa empezó a trabajar como periodista en el diario limeño La Crónica donde se le encomendaron reportajes, notas y entrevistas locales.

Ese mismo año se retiró del colegio militar y se trasladó a Piura, donde vivió con su tío Luis Llosa (el “tío Lucho”) y cursó el último año de educación secundaria en el colegio San Miguel de Piura.

​Simultáneamente trabajó para el diario local, La Industria, y presenció la representación teatral de su primera obra dramatúrgica, La huida del Inca, en el teatro «Variedades».

En 1953, durante el gobierno de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió Derecho y Literatura.

Participó en la política universitaria a través de Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano, entonces perseguido por el gobierno de Odría, contra el que Vargas Llosa se opuso a través de los órganos universitarios y en fugaces protestas en plazas.

Poco tiempo después se distanció del grupo y se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano de Héctor Cornejo Chávez, esperanzado en que esa agrupación lanzaría la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero, quien, por aquel entonces, regresaba del exilio.

Dicha expectativa no se cumplió. Durante este tiempo, trabajó como asistente del renombrado historiador sanmarquino Raúl Porras Barrenechea en una obra que nunca llegó a concretarse: varios tomos de una monumental historia de la conquista del Perú.​

En mayo de 1955, a la edad de 19 años, contrajo matrimonio con Julia Urquidi, hermana de su tía política por parte materna, quien era 10 años mayor y ya divorciada. Debido al rechazo que este matrimonio causó en su familia, la pareja se vio forzada a separarse durante un tiempo pese a que estaban recién casados.

Para lograr mantener una vida en común el joven Mario, ayudado por Porras Barrenechea, cumplió con hasta siete trabajos simultáneamente: como asistente de bibliotecario del Club Nacional, escribiendo para varios medios periodísticos e incluso catalogando nombres de las lápidas del Cementerio Presbítero Matías Maestro de Lima; finalmente ingresó a trabajar como periodista en Radio Panamericana, aumentando sustantivamente sus ingresos.​

Por entonces, Vargas Llosa empezó con seriedad su carrera literaria con la publicación de sus primeros relatos: El abuelo (en el diario El Comercio, 9 de diciembre de 1956)​ y Los jefes (en la revista Mercurio Peruano, febrero de 1957).

A fines de 1957 se presentó a un concurso de cuentos organizado por La Revue Française, una importante publicación francesa dedicada al arte. Su relato titulado El desafío obtuvo el primer premio, que consistía en quince días de visita en París, hacia donde partió en enero de 1958. Su estadía en la capital de Francia se prolongó durante un mes, antes de retornar a Lima.​

Ese mismo año se graduó de bachiller en Humanidades en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a mérito de su tesis sobre las Bases para una interpretación de Rubén Darío.

Fue, además, considerado como el alumno de Literatura sanmarquino más distinguido,​ por lo que recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de posgrado en la Universidad Complutense de Madrid, en España.​

Antes de partir hacia Europa, hizo un corto viaje por la amazonía peruana, experiencia que después le serviría para ambientar tres de sus novelas —La casa verde, Pantaleón y las visitadoras y El hablador— en dicho espacio geográfico.​

Mario Vargas Llosa ha sido definido como uno de los más completos narradores de su generación y una figura destacada de la literatura hispanoamericana. Representante ideal del espíritu del Boom latinoamericano, pues nació literariamente con él y ayudó a definirlo y a identificarlo con una nueva generación de escritores.

​Su obra narrativa se caracteriza por la importancia de la experimentación técnica, aspecto por el que es valorado como un maestro de la composición novelística y en el que se ha desempeñado como un notable innovador de posibilidades narrativas y estilísticas.​

Desde el punto de vista temático, sus novelas tratan de la antinomia entre lo histórico y lo estructural, como así lo expresa el título de varias de sus novelas (La ciudad y los perros, La casa verdeConversación en La Catedral), en las que la presencia de estructuras demuestra el interés casi obsesivo que el autor tiene por estas.​

Asimismo, en cuanto a los tonos, su obra presenta las características más variadas, desde el humor, el amor y la comicidad hasta la caída trágica.​

Por otra parte, el hecho de que el grueso de su producción literaria la haya realizado desde el extranjero, explica el sesgo retrospectivo que domina buena parte de la misma, así como la reconstrucción constante que hace de vivencias íntimas o colectivas del Perú como base de su ficción, salvo algunas excepciones como La guerra del fin del mundo y algunas de sus últimas novelas.​

En cuanto a sus modelos literarios, o “precursores” (a los que ha dedicado en varios casos estudios críticos), hay que citar, por un lado, a la novela de caballerías Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, y a Cien años de soledad, de García Márquez, ambas como ideales del concepto de novela total (la que funde lo real con lo irracional y el mito).

Por otro, son imprescindibles para Vargas Llosa dos escritores en especial: Flaubert, como modelo de la literatura como vocación, de la utilización de la realidad como pozo sin fondo para encontrar contenidos y temas (la mediocridad del ser humano, la violencia y el sexo).

Como modelo, también, de la importancia de una estructura narrativa rigurosa y de un narrador impasible ante los hechos narrados, etc.; y Faulkner, tanto en lo que respecta a temas y ambientes, como a rasgos formales, especialmente, el multiperspectivismo, los saltos en el tiempo, el uso de varios narradores en vez del omnisciente, la retención de información, el uso de historias paralelas, etc.

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