Santo Domingo. – Este Viernes Santo durante el Sermón de las Siete Palabras, el reverendo padre Domingo Legua Rudilla hizo un llamado a los ciudadanos a ponerse en el lugar del otro al comentar la palabra «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».
El sacerdote destacó, que en ocasiones las personas ven las cosas solo desde su posición y no toman en cuenta cuando le pueden hacer daño a otros.
Al resaltar el versículo “¿No sabíais que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” (Lc 2, 49), indicó que no cabe la menor duda de que esta afirmación de Jesús nos revela que, no se perdió él, sino sus padres, y que estas circunstancias no son de extrañar.
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“Muchas veces he visto a papas y mamas perdidos, profesores perdidos, sacerdotes perdidos, yo mismo en alguna ocasión me he perdido. No es un drama perderse, sí lo es permanecer perdido. Lo correcto será reconocerlo y volver al lugar en donde estuvimos la última vez”, manifestó.
Asimismo, relató que José y María para no perder tiempo, desandaron el camino hasta el lugar en donde habían estado los tres últimamente juntos.
Explicó que eso le hace pensar que en la vida no solamente hay gente que se pierde, sino que permanecen perdidos, porque nunca están donde deben de estar, destacando algunos servidores públicos.
Ponerse en el lugar del otro
“Hacer una diligencia, por insignificante que sea, supone una enorme pérdida de tiempo y energía: “Aquí no es… vaya usted a tal oficina… el director no está… venga usted más tarde… se cayó el sistema… vuelva usted mañana etc.…” Que grave es no saber estar donde a uno le corresponde”, detalló.
Legua Rudilla resaltó, que, a pesar de la incredulidad y la falta de aceptación de sus discípulos, Jesús se mantuvo siempre coherente y consecuente con esta voluntad.