Rusia avanza en el estudio del cuerpo humano en los modernos laboratorios de la ciudad de Nizhni Nóvgorod (a orillas del río Volga), donde los científicos realizan un gran número de experimentos, en busca del modo de prevenir enfermedades, prolongar la vida y combatir la vejez.
Entre los avances más destacados figuran la creación de un exoesqueleto para las extremidades inferiores y de sensores para una nariz electrónica. RT visitó uno de estos innovadores centros científicos de Rusia.
Uno de los temas centrales de estudio es el envejecimiento humano, con el objetivo de prevenir enfermedades y prolongar la vida saludable. «Hemos desarrollado una gran cantidad de métodos para determinar la edad biológica, no solo inmunológica, sino también cognitiva, es decir, sobre nuestro cerebro. También creamos modelos que se centran en el envejecimiento cardíaco», destaca María Vedunova, directora del Instituto de Biología y Biomedicina de la Universidad Estatal Lobachevski de Nizhni Nóvgorod.
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Mientras, los químicos avanzan en el desarrollo de una nueva generación de detectores para una nariz electrónica, un aparato que los investigadores consideran indispensable para la alerta temprana de amenazas químicas y biológicas.
El sensor en cuestión tiene aplicaciones en el monitoreo ambiental, la industria alimentaria y la atención médica. Los creadores aseguran que el dispositivo es 10 veces más sensible que el olfato humano. «La nariz electrónica, en primer lugar, puede identificar sustancias más dañinas en mayores concentraciones. En segundo lugar, funciona bajo diferentes condiciones y temperaturas, allí donde la nariz humana no lo puede hacer», explica el doctorando en química Leonid Mochálov.
Rusia
Los especialistas de la institución también han creado un exoesqueleto para las extremidades inferiores, destinado a la rehabilitación de personas con serias afecciones en el aparato locomotor, que puede controlarse con el pensamiento. «Permite a una persona con parálisis del tren inferior levantarse, sentarse y moverse», explica Susana Gordléyeva, doctora en ciencias físico-matemáticas. «Decidimos hacer un sistema de control al que le integramos una interfaz neuronal», añade.
Los científicos utilizan lo más avanzado en tecnología. En los laboratorios de física se investiga y trabaja en la creación de memristores, componentes electrónicos que imitan el funcionamiento de las neuronas cerebrales.
«Si ahora la implementación de tecnologías de inteligencia artificial necesita supercomputadoras y una planta de energía, estos sistemas de cómputo paralelo serán pequeños y compactos. Se pueden montar en robots y en algunas interfaces neuronales», destaca Alexéi Mijáilov, doctor en ciencias físico-matemáticas. En este sentido, el especialista asegura que se trata de las tecnologías del futuro de la inteligencia artificial que «ya se está convirtiendo en una inteligencia artificial híbrida».
Fuente: Actualidad RT