Lo sucedido la semana pasada en San Francisco de Macorís, donde de el joven Steven Alberto agredió a su compañero Edgar Taveras dentro de las instalaciones de la universidad donde ambos estudian, conmoviendo a la sociedad que en tan solo un fin de semana se han manifestado en contra del primero y a favor del agredido.
Este caso, en el cual debe ponerse un ejemplo haciendo pagar al responsable, no es un hecho aislado a la realidad diaria de nuestra sociedad.
Cada día niños y adolescentes son víctimas de “bullying”, con agresiones físicas y/o verbales, sin existan algún tipo de consecuencia para el victimario.
Con llevar a la justicia a Steven no se acabarán los abusos entre los jóvenes, pero esto servirá como precedente para que otros sepan que habrá consecuencias por el uso de la violencia.