jueves, marzo 28, 2024

Wason tiene razón

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La verdad sea dicha: es que hay que estar en una especie de trance o en un estado semiconsciente para digerir la música de Bad Bunny. Que su música es entretenida sí claro, pero solamente hasta cierto punto, donde el criterio y la valoración de juicio nos hace tomar algo con seriedad. 

Wason Brazobán y Cristian Nodal tienen toda la razón, la música es algo mágico, donde las letras con el compás de su ritmo se pueden utilizar para enaltecer la cultura. No podemos confundir lo comercial con el arte, lamentablemente la música que produce Bad Bunny es comercial, sin fundamento, coherencia, y con tiempo de caducidad, música que no trasciende a los labios de otros intérpretes y mucho menos inspira el debido respeto. 

Para lograr nuestro deseo de una sociedad sana y con la menos violencia posible es necesario entender la historia, y los datos investigativos nos dicen que los niños imitan la agresión verbal y la violencia física que ven. Esto es preocupante y debe poner en alerta a los adultos, porque esto podría llevar a la intimidación y la violencia. Tristemente lo estamos viendo con jóvenes de las edades 16-27 años, cometiendo actos de violencia completamente irreparables. 

No solo eso, de acuerdo con un estudio de Laurie A. Rudman and Matthew R. Lee (2002), las imágenes sexuales pueden hacer que una persona actúe de manera sexualmente activa de precoz a su desarrollo natural, tomando en cuenta que el contenido sexual en el entretenimiento no se presenta de la mejor manera, puede hacer que los niños piensen que está bien y que no hay consecuencias. 

Además, los niños que ven contenido sexual gráfico tienen 3 veces más posibilidades de ejercer actos sexuales de manera temprana frente a los niños que no lo hacen. 

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La Academia Estadounidense de Pediatría ha declarado sobre el impacto directo de la música toxica junto a videos con contenido sexual y violentos en el desarrollo saludable de los niños y adolescentes. Las investigaciones han hallado que niños que escuchan líricas y videos de música explícitas y violentos se vuelven más agresivos, antisociales y promiscuos. 

Por ello, tener jóvenes con una autoestima saludable e intereses variados en la música probablemente conlleve poco o ningún impacto e influencia en sus valores y opciones de estilo de vida. Sin embargo, las letras violentas, racistas, homofóbicas o sexistas en la música pueden afectar a algunos jóvenes. La investigación muestra posibles correlaciones entre la preferencia de un adolescente por ciertos géneros musicales y conductas de riesgo y si a eso se le agrega niveles de vulnerabilidad, extrema pobreza, salud precaria, malnutrición, padres separados, falta de algún progenitor, y las penumbras socioambientales (embarazo a destiempo, violencia física) es un coctel tóxico social que puede traer consecuencias irreparables para nuestra infancia en desarrollo y para el futuro de nuestra sociedad.

Pero, Wason, usted tranquilo, tenemos fe que usted seguirá produciendo música para todo público, con letras trascendentales que nos enorgullecen; su música nos llena de felicidad y es digna para comercializar, celebrar y cantar. 

Cristian Nodal, usted que lleva la corona puesta y la responsabilidad para que nuestra generación pueda decir: -esa es y fue la música que marco mi época con sus letras dignas y poéticas marcadas en nuestras vivencias y realidad-. ¡Suerte! 

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