Once fanáticos religiosos de una secta en Misamis Oriental, una provincia de Filipinas, serán acusados de matricidio por haber quemado a una anciana pariente, Teofila Camongay, como «parte de un ritual», según los medios locales.
Se precisa que los seguidores del culto arrojaron a su matriarca, de 84 años, a una pila de leña en llamas para purgarla de sus «grandes pecados». La víctima sufrió graves quemaduras y murió poco después en un hospital.
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El asesinato ritual suscitó amplia condena pública y provocó el horror de líderes religiosos, que rápidamente condenaron el acto. Funcionarios locales pidieron a la policía que inicie una campaña para reducir los índices de criminalidad, especialmente los casos en los que están implicados personas jóvenes.
Entre tanto, siete personas fueron detenidas, incluido el líder de la secta, Crisanto Ercilla. Otros cuatro miembros siguen prófugos, según los agentes locales. Entre los sospechosos hay varios descendientes de la anciana.
«Un crimen así es difícil de creer: 11 familiares, hijos y nietos incluidos, fueron los que lo hicieron», dijo Robert John Galdo, un investigador de la Policía local.