El 10 de agosto de 1994 se puso fin a la crisis y descrédito como consecuencia del fraude electoral al entonces candidato presidencial José Francisco Peña Gómez por Joaquín Balaguer en los comicios.
El conflicto se originó en respuesta a los resultados de la jornada electoral que daban una victoria con 20 mil votos al líder del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Joaquín Balaguer, por encima de Peña Gómez.
El “Pacto por la Salvación de la Democracia” o “Pacto por la democracia”, marcó un precedente en la historia política de la nación.
Por primera vez los principales representantes de los partidos políticos de mayor influencia; Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez, así como sectores de la vida social, económica y religiosa del cedieron por la democracia y abrieron el camino a un relevo que llevaría la antorcha en la contienda electoral a ejecutarse dos años más tarde el 16 de mayo de 1996.
“Considerando que las elecciones constituyen la base de la delegación de los poderes de los regímenes democráticos, como el actualmente establecido en la República Dominicana. Considerando que los conflictos generados como consecuencia de los comicios efectuados el 16 de mayo de 1994 han afectado la unidad de la familia dominicana”, rezaba un fragmento del documento leído en el salón de Las Cariátides del Palacio Nacional por Euclides Gutierrez Félix, dirigente desde entonces del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
También puedes leer: Anuncian reparación Gran Teatro del Cibao y compra de sistema de aire acondicionado para Bellas Artes
En esencia, el pacto contempló una reforma a la Constitución a los fines de limitar el periodo presidencial para prohibir la reelección, la celebración de elecciones congresuales cada cuatro años a partir del 16 de mayo de 1998, separando así las ambas contiendas.
Seguido de la reducción del próximo periodo de gobierno a un año y la celebración de elecciones en 1995, asimismo quedó constituida la segunda vuelta electoral donde solo participarán los dos candidatos de mayor votación en la primera ronda.
“Una nueva Junta Central Electoral cuyos miembros no sean representantes de los partidos políticos” continuaba diciendo el documento firmado por Joaquín Balaguer, Peña Gómez, monseñor Nicolás de Jesús López Rodríguez, el embajador John Grahan, el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana, Lidio Cadet, monseñor Nicolás de Jesús López Rodriguez, la mañana aquel 10 de agosto.
El Pacto por la Democracia puso sobre la mesa nuevas propuestas y abrió las puertas a un relevo político encabezado por Leonel Fernández y quien fuera su vicepresidente en 1996, Jaime David Fernández.