La selección de Sudán del Sur -un país que acaba de festejar el decimotercer aniversario de su independencia y que debuta en unos Juegos- protagonizó la gran sorpresa al ganar a Puerto Rico (90-79) en el primer partido del grupo C del torneo de baloncesto de París 2024, que se disputó este domingo en el Pierre Mauroy de Villeneuve-d’Ascq, en las afueras de Lille.
Los 26 puntos de José Alvarado -máximo anotador del partido y con una valoración de 25, el jugador más eficaz del encuentro- de nada le sirvieron a Puerto Rico, que acabó cayendo con claridad ante Sudán del Sur, equipo que completó un espectacular debut olímpico en el que Carlik Jones, con 19, fue el más prolífico de cara a canasta.
Sudan del Sur -que venía de perder por un solo punto (101-100) un amistoso contra Estados Unidos, la gran favorita del torneo- comenzó descentrada, seguramente a causa de la polémica previa al encuentro, en el que no sonó en su integridad el himno de su país.
Su estrella, el pívot Wenyen Gabriel (Maccabi, ex Lakers), mostró su enojo de forma clara, llegando a abandonar la cancha. Tras unos momentos de confusión general, en los que el público presente y los jugadores -y el cuerpo técnico- de Puerto Rico reaccionaron de forma magistral brindando una ovación cerrada a los jugadores africanos, su líder retornó después de que volviese a sonar de nuevo y en su totalidad el himno.
Pero, con dos tiros libres del base José Alvarado (New Orleans Pelicans) -de lejos el mejor de su equipo- y dos triples de Tremont Waters, escolta de los Gigantes de Carolina -18 puntos al final-, el conjunto caribeño se colocó con un 0-8 inicial y administró su renta hasta el final del primer cuarto (20-28).
Los africanos reaccionaron en el segundo acto, devolvieron el parcial de 8-0, y, con dos canastas seguidas de Dech, que juega en Australia, y de Jok -que lo hace en los Sioux Falls Skyforce, equipo de desarrollo de la NBA- llegaron a empatar el partido (28-28), comenzando a soñar con un debut en Juegos por la puerta grande.
La selección que dirige Nelson Colon se fue al descanso con ventaja de 48-54, pero el nuevo orgullo de África repitió otro parcial de inicio favorable, esta vez de 11-0, y, con tres triples seguidos de Shayok y Omot (que juegan en China), y de Kuol (que lo hace en Australia), tomaron por primera vez la delantera (59-54), y, después de ir dominando hasta por nueve, llegaron al definitivo cuarto con ventaja de dos (71-69).
El desenlace, por incierto, fue tan desordenado como emocionante. Y es que los sursudaneses no sólo están en unos Juegos. Respiran por la herida (de guerra). Están en una misión. Y, en esta ocasión, el equipo novato se comportó como un conjunto mucho más experimentado que el rival en el momento preciso.
Jason Clavell, ex de Estudiantes y recién fichado por el Covirán Granada, aportó 11 puntos; mientras que George Conditt IV, que también jugará la próxima temporada en España -lo hará en le gran Canaria-, sumó trece.
Un triple de Carlik Jones, que también brilla en el ‘basket’ chino, les daba la ventaja máxima en el encuentro (86-73) y prácticamente sentenciaba a los portorriqueños.
El ultrero mate con rabia de Wenyen Gabriel bien valió su enfado inicial. Con el bocinazo final, el marcador señalaba 90-79. Y, pase lo que pase de aquí al final del torneo, los hombres que dirige Royal Ivey serán recibidos como auténticos héroes en Yuba, la capital de su país, después de la cita olímpica.
– Ficha técnica:
90; Sudán del Sur (20+28+23+19): Carlik Jones (19), Nuni Omot (12), Kuol (12), Gabriel Wenyen (6), Shayok (15) -cinco inicial-, Thor (6), Maluach (2), Jok (11), Dech (3), Deng (4), Makoi (0)
79; Puerto Rico (28+26+15+10): Alvarado (26), Tremont Waters (18), Conditt IV (13), Isaiah Piñeiro (4), Romero (0) -cinco inicial-, Ortiz (3), Reed (0), Clavell (11), Howard (4), Toro (0), Ford (0)
Árbitros: Ademir Zurapovic (BIH), Takaki Kato (JPN) y Martin Vulic (CRO). Eliminaron, por cinco faltas personales, a Wenyen Gabriel.
Incidencias: Primer partido del grupo C del torneo olímpico de baloncesto disputado en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve d’Ascq, en las afueras de Lille.
Adrian R. Huber