Santo Domingo.– Miles de devotos católicos se reunieron este lunes en la capital de la República Dominicana para venerar a la Virgen de la Altagracia, llamada madre protectora de los dominicanos, con motivo del cierre de los actos organizados por el centenario de su coronación canónica.
La actividad principal tuvo lugar en un abarrotado Estadio Olímpico, con capacidad para más de 50.000 personas, hasta donde fue trasladada la imagen de la virgen desde la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, en el municipio de Higüey, donde comenzaron los actos el pasado 21 de enero, día dedicado a la virgen en el país.
La eucaristía principal estuvo a cargo del delegado del papa Francisco para esta ocasión, monseñor Edgar Peña Parra, quien se dirigió principalmente a la familia y los jóvenes, a quienes llamó a renovar la fe cristiana y alejarse de las ideologías.
«No se dejen seducir por aquello que pasa, por las ideologías que son los colonialismos modernos, por la evasión, por las drogas, la violencia y las mil razones que aparentan justificarla», dijo Peña Parra a los miles de presentes.
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Honores a la Virgen de la Altagracia
Antes, en la llamada Puerta del Conde, en la Ciudad Colonial de Santo Domino, autoridades religiosas y gubernamentales, entre ellos el presidente del país, Luis Abinader, rindieron honores a la virgen.
«La devoción de ayer es la misma de hoy» porque la Virgen de la Altagracia «ha sido y seguirá siendo nuestra protectora a lo largo de los siglos», dijo el mandatario, quien declaró este lunes Día de Regocijo Nacional.
La historia establece que el lienzo con la imagen de la Virgen de La Altagracia que se venera en la basílica de Higüey fue traído a la entonces isla La Española en el siglo XVI por los hermanos españoles Alfonso y Antonio Trejo, quienes se trasladaron a esa ciudad del este dominicano.
La imagen fue coronada por primera vez en 1922, durante el pontificado de Pío XI, y en 1992, cuando el papa Juan Pablo II visitó por segunda vez República Dominicana.