Este 1 de noviembre entra en vigor la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) de recortar la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios. Medida que fue acordada a principios de octubre.
Para hacerse una idea de la magnitud, el recorte es equivalente al 2% de la producción mundial de petróleo y supone el mayor tijeretazo de la oferta petrolera desde mayo de 2020 cuando la drástica reducción de la demanda por la pandemia del coronavirus y las restricciones a la actividad provocaron una disminución de la oferta de petróleo.
Los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudí, y sus diez socios, encabezados por Rusia, han decidido no hacer caso a la presión de Occidente que le pide abrir el grifo del crudo para bajar el precio de la energía y frenar la inflación derivada de la crisis energética.