La rapera estadounidense Cardi B expresó su descontento con el aumento del coste de los alimentos en EE.UU. y se quejó de que el precio de la lechuga se ha más que triplicado en los últimos meses.
El pasado 4 de enero, la artista escribió en su cuenta de Twitter que los precios son «ridículos» ahora, criticando así el alto coste de la comida.
Posteriormente, recibió una ola de comentarios en los que los usuarios hablaron sobre su fortuna y de lo inadecuado que una persona de su posición manifieste declaraciones de este tipo. Como respuesta, la rapera grabó un video en el que declaró que recibe «un resumen del dinero que se gasta en su casa cada semana». Señaló que los precios de alimentos se triplicaron. «Fui al supermercado, vi que todo se ha triplicado. La lechuga me costó unos dos dólares hace un par de meses, pero ahora cuesta […] siete dólares», dijo.
En ese contexto, afirmó que «solo puede imaginar» lo que la gente de clase media opina sobre este incremento de precios. Agregó que tiene una gran plataforma y va a hablar sobre ello para que la escuchen las personas responsables de esta situación.
Al respecto, el diario Wall Street Journal publicó un artículo en el que explicó el aumento del precio de la lechuga. «El mal tiempo y un virus que destruye la cosecha han causado que el precio de la [verdura de] hoja verde se disparara más que cualquier otra verdura», reza la publicación.
El artículo se enfocó en las causas del aumento de precios de la verdura, sin prestar atención a otros alimentos.
El pasado mes de junio, la inflación interanual en EE.UU. alcanzó récords de hace 40 años, situándose en el 9,1 %, lo que obligó a la Reserva Federal (Fed) a subir cuatro veces consecutivas las tasas de interés en 75 puntos básicos, el mayor incremento en 28 años. Desde entonces, la inflación empezó a desacelerarse hasta marcar en noviembre los mínimos del año, situándose en el 7,1 %.
Sin embargo, Gita Gopinath, subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha advertido que, pese a la estabilización, la inflación en el país norteamericano todavía «no ha doblado la esquina».
