Santo Domingo.- Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) visitó este martes la frontera entre la República Dominicana y Haití, en medio de un conflicto entre estos países por la construcción en territorio haitiano de un canal de agua que Santo Domingo tilda de ilegal.
La delegación sobrevoló el río Masacre o Dajabón, objeto de la dispuesta entre ambas naciones ya que República Dominicana se opone a que Haití construya en canal para tomar agua del río por las posibles futuras consecuencias medioambientales, sociales y económicas.
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La misión está integrada por Andrés Sánchez, de la Secretaría de Desarrollo Integral de la OEA, y por el secretario de asuntos jurídicos de la organización panamericana, Jean Michel Arrighi, quien dijo a la prensa en Dajabón, provincia dominicana fronteriza con Haití, que hicieron un levantamiento (inspección) sobre la situación para luego rendir un informe.
«Hemos estado mirando», apuntó brevemente Arrighi, quien adelantó que ya sobrevolaron el canal en cuestión.
La delegación estuvo acompañada del geólogo dominicano Osiris de León, quien, en declaraciones a la prensa, explicó que el objetivo del recorrido es que «vean con sus propios ojos cuál es la realidad ambiental, social, hidrológica, hidráulica y forestal de la zona».
«Creo que ya tienen una vista panorámica de todo lo que es la extensión de la cuenca, porque su intención es ver la cuenca y ver como están los caudales» del río, detalló.
La visita de la misión de la OEA a la República Dominicana se inició el lunes con una reunión con el canciller dominicano, Roberto Álvarez, y otros funcionarios para obtener información sobre la disputa con Haití, después de que las dos naciones pidieran su intervención por esta cuestión.
En el comunicado donde se anunció la visita de la misión, Álvarez indicó que esta «juega un rol crucial en este escenario. Su experiencia y pericia ofrecen una plataforma invaluable para abordar estas cuestiones de manera equitativa y objetiva, guiados por el compromiso de fortalecer la paz y la cooperación en nuestra región».
Asimismo, confió en que «este proceso pueda dar lugar a una solución que contemple las preocupaciones de ambas naciones y que fortalezca la arquitectura institucional y jurídica que rige nuestras relaciones bilaterales»
La República Dominicana, que insiste en que la obra se construye sin criterios técnicos, ha exigido a Haití paralizarla, pero las autoridades del vecino país han reiterado que continuarán, tras argumentar que servirá para dotar de agua a zonas agrícolas.
En represalia, el Gobierno dominicano dispuso el pasado 15 de septiembre el cierre total de sus fronteras con Haití, una medida que flexibilizó la semana pasada especialmente para el comercio, pero Haití ha decidido mantener clausurada su frontera, imposibilitando la entrada a territorio dominicano de sus ciudadanos y la celebración del tradicional mercado binacional de Dajabón.