Santo Domingo. – Santo Domingo Oeste enfrenta una serie de problemáticas que agravan la calidad de vida de sus residentes. La contaminación visual, el irrespeto a los espacios públicos, el colapso del sistema de desagües y filtrantes, así como el deterioro progresivo de sus calles, son solo algunos de los desafíos que esta comunidad enfrenta diariamente.
A pesar de ser uno de los municipios que más recursos recibe desde su creación en 2002, Santo Domingo Oeste ha arrastrado por décadas el caos vial en sus principales calles y avenidas. Incluso fuera de las horas «pico», el congestionamiento vehicular sigue siendo apremiante, dificultando la movilidad y aumentando el estrés de los conductores.
Para los moradores, el problema del tránsito es solo uno de los tantos dolores de cabeza. La mayor preocupación son las inundaciones que afectan las vías y sus residencias cuando llueve, debido al deficiente sistema de drenaje pluvial del que carecen muchos sectores. Este es el caso de Los Olivos, en Buenos Aires de Herrera, y San Benito, donde los habitantes viven atemorizados cada vez que el cielo se oscurece.
La ineficacia de las autoridades para abordar y resolver estos problemas deja a los residentes en un estado de constante preocupación y frustración, evidenciando la urgente necesidad de una gestión municipal más eficaz y comprometida.
A medida que se aproxima la temporada ciclónica, la preocupación entre los residentes de Santo Domingo Oeste se intensifica. Las inundaciones recurrentes y el progresivo deterioro de las calles no solo complican la movilidad, sino que también ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Según relatan habitantes de Los Olivos, han llevado sus quejas no solo a la alcaldía, sino también a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) en diversas ocasiones. Sin embargo, la respuesta de las autoridades ha sido nula.
José Villa narró que en estos días en que el país está siendo afectado por fenómenos atmosféricos, las aguas han arropado casi completamente sus viviendas, perdiendo sus ajuares del hogar.
En esa misma línea Tomás Heredia afirmó que cuando se estaban construyendo los desagües, advirtieron a las autoridades que «eran pequeños y que toda el agua que baja era demasiada».
“Hay que tener muros en las casas, como si uno viviera en los montes, y estamos en plena ciudad”, expresó Tomás.
Arroyo Bonito es la Venecia de SDO
Otros que ven afectadas sus viviendas en tiempos de aguaceros son los habitantes de Arroyo Bonito, en Manoguayabo. Las calles se convierten en una «reencarnación de Venecia».
Durante un recorrido realizado por el equipo de De Último Minuto, se pudo constatar que el reclamo de los residentes a las autoridades para que vayan en su auxilio es justificado.
“Eso es siempre. Aquí estoy yo esperando que baje el agua en las calles para irme a mi trabajo”, dijo el señor Uber Ubrí a los periodistas de este medio desde el segundo piso de su casa en la Respaldo 10. Denunció que siempre que llueve, las calles se llenan de agua producto de una cañada que arropa a más de tres caminos ubicados en la zona.
Asimismo, un transeúnte que pasaba cuando el fotorreportero se disponía a capturar imágenes de la triste situación, manifestó que iba de salida, pero tuvo que devolverse a su casa para cambiarse el calzado por uno más resistente al agua.
Contaron que los «grandes charcos» duran días para desaparecer de las calles deterioradas y llenas de malezas.
Basura, un reto para la alcaldía
Uno de los mayores retos que tiene la alcaldía de SDO es mantener el municipio limpio. El actual edil, Francisco Peña, busca por cuarta ocasión (2002-2010, 2016-2020 y ahora el cuatrienio 2024-2028) convertir esta demarcación en un modelo para las demás. Doce años de pobres gestiones no sacaron del caos a este municipio, al igual que la falta de políticas públicas en los demás alcaldes que le sucedieron.
Otra vez enfrenta el desafío de eliminar los vertederos improvisados, así como el deterioro de las calles, aceras y contenes en SDO.
Según Hamlet Rivera, uno de los miles de jóvenes que viven en los populosos barrios de esta localidad, en esta gestión los camiones recolectores de basura realizan sus recorridos «una vez al día en la mañana» por Manoguayabo. No obstante, horas después, los grandes lotes de desechos vuelven a aparecer en las esquinas de las vías.
Sin embargo, el alcalde Francisco Peña asegura que la basura se recoge hasta tres veces al día. Citó que hay zonas en que los residuos persisten porque las personas «vuelven y los ponen», poniendo de relieve la falta de educación de los comunitarios.
“Si ustedes vienen por la 27 de Febrero y ven algunos puntos de basura, ya nosotros la hemos recogido dos veces; son las personas que vuelven y la ponen, pero aquí se recoge la basura diariamente”, expresó Peña.
Ante esta situación, dijo que en su cuarto mandato buscará crear políticas para educar a los munícipes e implantar acciones represivas. “La gente no puede seguir tirando la basura antojadizamente”, puntualizó.
Tapones, el pan nuestro de cada día
Aunque parece que los ciudadanos están acostumbrados a las largas horas que pasan en los tapones, los cerca de 363 mil 321 habitantes de SDO que cada día se trasladan a sus trabajos enfrentan un caos terrible.
Uno de los puntos más tediosos es la intersección de la autopista Duarte con la avenida Los Beisbolistas, donde la circulación vial se dificulta a cualquier hora del día.
Otro tramo problemático es la avenida Isabela Aguiar, donde los motoristas transitan en vía contraria o por las aceras para rebasar los tapones, poniendo en riesgo a los transeúntes.
A la gente también se le hace más incómodo caminar, ya que esta vía, junto con la carretera Duarte Vieja, está abarrotada de vendedores informales.
Límites y Composición del Municipio
Santo Domingo Oeste, conforme a la Ley 64-05, está delimitado geográficamente de la siguiente manera: al norte, por la Autopista Duarte; al sur, por el Mar Caribe y la Avenida Gregorio Luperón; al este, por parte del Distrito Nacional y la Avenida Gregorio Luperón; y al oeste, por el Municipio Los Alcarrizos y la Provincia San Cristóbal.
Este municipio, además, se subdivide en 15 sectores y 159 subsectores, cada uno con sus particularidades y desafíos propios.