Desde la conocida época de los 12 años de gobierno de Joaquín Balaguer (1962-1979) han pasado más de cuatro décadas, y desde el final de su último mandato de diez años (1986-1996) han transcurrido 28 años. El tiempo de temor, en el que los periodistas podían ser desaparecidos por ejercer su derecho a comunicar, es ya cosa del pasado. Hoy vivimos en una República Dominicana donde los últimos cuatro presidentes han respetado la democracia y la libertad de expresión. Tanto el sector privado como los funcionarios han tenido que acatar este respeto, aunque la molestia y los intentos de coartar la libertad de prensa han sido parte del día a día, pero en menor escala.
Sin embargo, hoy en día enfrentamos nuevamente un peligro al derecho de informar y al rol de los medios de comunicación como instrumentos para canalizar denuncias de los ciudadanos. El caso más reciente es la amenaza recibida por varios colaboradores del periódico El Nuevo Diario, incluyendo a su director, Persio Maldonado. Esto ocurrió tras una querella en la que un connotado médico reclamó una deuda a Karla Fitch, quien ha sido señalada por ofrecer amenazas de muerte, incluso contra el presidente de la República.
Desde De Último Minuto, rechazamos enérgicamente cualquier amenaza contra comunicadores o personas que utilicen los medios para expresarse. Las acciones de la señora Fitch deben ser atendidas de manera rápida y efectiva por las autoridades, ya que tiene varias denuncias y hasta órdenes de arresto no ejecutadas, lo que ha generado la percepción de que es una persona poderosa e influyente, tal como ella misma se ha descrito.