La Habana.- Los apagones se mantienen en máximos históricos en Cuba por segundo día consecutivo al alcanzar este miércoles una tasa de afectación cercana al 43 %, una de las más elevadas en lo que va de año, acorde con los datos oficiales.
La afectación prevista la víspera fue del 42 %, una cifra que no se registraba desde septiembre último cuando alcanzó el 43 %, según los datos cotejados por EFE con base a los informes diarios emitidos por la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
Leer más: Cuba tendrá apagones simultáneos en el 35 % de su territorio este sábado
Los picos de afectación más elevados hasta el momento se reportaron en febrero con el 45 % y en marzo (44 %). La situación ha dejado a casi todas las provincias cubanas con algún nivel de afectación durante varias horas al día y en la noche.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, señala en sus reportes que la falta de combustible y las averías en las centrales termoeléctricas terrestres son las principales causas de los frecuentes y prolongados apagones en Cuba.
Actualmente, cuatro de las 20 unidades de producción energética en las siete centrales termoeléctricas terrestres del país están averiadas y tres siguen en mantenimiento, según la compañía.
Además, 37 centrales de generación distribuida (motores eléctricos) están fuera de servicio por falta de combustible (diesel y fueloil).
La empresa prevé para esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.005 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 3.380 MW.
El déficit (la diferencia entre oferta y demanda) será de 1.375 MW y la afectación (lo que se desconecta realmente de forma preventiva) alcanzará los 1.445 MW en el denominado «horario pico» en la tarde-noche.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado precario por las frecuentes averías en las unidades de producción de las siete centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación, una solución rápida, pero costosa, contaminante y que no resuelve el problema estructural del sistema energético nacional.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales- e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace cuatro años.
También han desencadenado protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
