Santo Domingo.- Luego del anuncio del Gobierno sobre la recuperación de la margen Este del río Ozama, en el sector Las Lilas, como parte de una iniciativa para eliminar los asentamientos en riesgo debido a fenómenos naturales y la contaminación, consultamos a los moradores del área para conocer sus opiniones tras la noticia.
En una visita a la zona por De Último Minuto, los residentes expresaron estar dispuestos a ser desplazados, en cambio, piden un lugar digno para vivir.
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Andrés Ruiz, quien es vicepresidente de la junta de vecinos, destacó la importancia de que el Gobierno sea consciente de las necesidades de la comunidad.
Ruiz recordó que durante el Gobierno de Danilo Medina, cuando se realizó un desalojo en una zona, los afectados fueron bien compensados y tratados de manera adecuada.
«Esperamos que el Gobierno de Luis Abinader, al que nosotros apoyamos, nos dé un buen trato, como en el pasado lo hizo Danilo, y que no haya maltrato, porque sabemos cómo se comporta URBE», expresó.
Por su parte, Josefa González señaló que hará lo que indique el presidente, ya que » no tiene para dónde irse, yo confío en Dios».
Asimismo, otros de los residentes , indicó que espera un trato justo.
«Todo el que vive en la orilla del río es porque no puede vivir en el ensanche. Encontramos un pedazo de terreno y lo ocupamos para sostener a la familia», afirmó.
Juan Pablo Ramírez, otro de los consultados, manifestó inicialmente no estar al tanto del proyecto, pero al enterarse expresó su rechazo a ser reubicado a un sitio que no cumpla con condiciones adecuadas.
«A veces quieren arrancarle su casa a uno para que pase trabajo. Si me dan dinero, está bien, pero si me van a mover y no sé para dónde voy, prefiero quedarme aquí», afirmó.
Según lo estipulado en el proyecto, la recuperación del río Ozama no solo es por motivos de saneamiento ambiental, sino también para prevenir inundaciones en edificaciones ubicadas en zonas de riesgo.
El proceso ya inició con un levantamiento censal de las edificaciones y familias en la franja de intervención. Luego, se procederá con las indemnizaciones, el traslado de las familias y la demolición de las edificaciones afectadas.
Una vez liberado el espacio, se realizarán los estudios, el diseño y la construcción de las obras que servirán de barrera de protección entre el río y el suelo urbanizable, y finalmente se entregarán a las instituciones responsables para su gestión.