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La multinacional Shell, históricamente reconocida por su dominio en la industria del petróleo y el gas, ha confirmado un plan global para cerrar más de 1,000 estaciones de gasolina en respuesta al creciente interés del mercado por los vehículos eléctricos (EV) y las soluciones de energía sostenible.
Según declaraciones oficiales, esta decisión forma parte de una estrategia para reducir su dependencia del negocio de combustibles fósiles y ampliar su infraestructura de carga para vehículos eléctricos.
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Hasta ahora, la empresa ha instalado 70,000 estaciones de carga públicas a nivel mundial, gracias en parte a su adquisición de la empresa especializada Volta.
Un cambio drástico de dirección
La medida representa un cambio significativo respecto a la política anunciada anteriormente por el CEO de Shell, Wael Sawan, quien había declarado la intención de regresar al enfoque tradicional en petróleo y gas y disminuir las inversiones en energía solar y eólica.
Sin embargo, la presión del mercado y el comportamiento del consumidor parecen haber obligado a la empresa a reconsiderar su modelo de negocio.
“El aumento constante en el precio de la gasolina está empujando a los consumidores a alejarse de los motores de combustión y buscar alternativas más económicas y sostenibles”, explicaron voceros de la compañía.
¿Dónde serán los primeros cierres?
Aunque Shell no ha revelado la lista exacta de ubicaciones que se verán afectadas, se espera que los primeros cierres ocurran en estados con alta densidad de estaciones Shell, como Texas, donde se prevé que cientos de empleos se pierdan en el área de exploración y desarrollo.
El impacto sería mayor en zonas como Houston, sede principal de las operaciones estadounidenses de la empresa.
Otros estados que podrían verse afectados incluyen California, Nevada, Utah, Dakota del Sur, Iowa y Minnesota.
En este último, Shell ocupa el sexto lugar en número de estaciones, con más de 70 establecimientos distribuidos por todo el estado.
¿Qué significa esto para el consumidor?
El cambio hacia la electrificación de los vehículos es una respuesta directa a la demanda de opciones de transporte más ecológicas.
No obstante, el costo inicial de un auto eléctrico continúa siendo un obstáculo para muchas familias. Shell espera que con más puntos de carga accesibles, se incentive esta transición.
