Santo Domingo. – El exasesor de la Procuraduría General de la República e imputado en la Operación Medusa, Miguel José Moya, aclaró que se reunió con los imputados de Odebrecht para tratar de mediar en los ataques que se estaban produciendo de ambas partes, luego de que se revelara quienes conformaban el expediente.
“Nunca hubo ni presiones, ni insulto ni reclamo, ni advertencia ni extorsión de mi parte “, aseguró luego que los abogados que forman parte de la defensa de distintos imputados en el caso Odebrecht afirmaran que José Moya, ejecutó una función de amenaza en contra de sus clientes, para que no se pronunciaran en la prensa contra la acusación de la Procuraduría.
Moya, acusado de estafar al Estado y a quien se le otorgó libertad bajo fianza, desmintió categóricamente que fuera “a presionar” a Víctor Diaz Rúa, a Ángel Rondón y a los demás implicados, en el caso de corrupción que involucra a la constructora brasileña.
“Ellos en su defensa formaron estructuras defensivas que sobrepasaban los límites que respondían de manera agresiva, eso generaba ataques de ambas partes y eso afectaba la institución y por ende la gestión de la Procuraduría, era una guerra mediática”, explicó.
Precisó que la naturaleza de su acercamiento con los encartados en el caso Odebrecht, fue para mediar y tratar de resolver esa crisis.
“Yo les pedí a ellos que me permitieran evitar que esa guerra mediática afectara mis funciones”, sostuvo.
Reiteró que su interrogatorio durante la audiencia de medida de coerción fue “brutal y humillante”.
“Cuando llegue me dijeron que todo lo que me iban a preguntar ya estaba en la carpeta pero que iban a cumplir con el protocolo”.
A Miguel José Moya le fue impuesta como medida de coerción garantía económica, impedimento de salida y presentación ante la Procuraduría Especializada contra la Corrupción Administrativa (Pepca) los días 30 de cada mes.