Tras una semana de lluvias torrenciales, en la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal la cifra de muertos ascendió a 443. El Gobierno de Sudáfrica declaró el estado de desastre a nivel nacional.
Según las autoridades, las inundaciones destruyeron más de 4,000 viviendas y dañaron otras 13,500, además de hospitales y escuelas. Algunas zonas quedaron sin servicios de agua y electricidad.
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Las operaciones de rescate habían sido dadas por concluidas cuando todavía estaban desparecidas 63 personas.
