Nueva York.- A pesar de que el ahora «mafioso» de la familia Genovese Joseph Celso de 49 años fue absuelto por el brutal asesinato del estudiante dominicano Manuel Mayí (Manny) el 29 de marzo de 1991, la fiscalía de Queens mantiene abierta la investigación a través del Proyecto de Casos Fríos (Project Cold Cases) pidiendo cooperación de la comunidad para capturar al o los responsables.
Mayí, quien tenía 18 años de edad y era un estudiante de excelencia académica en el Colegio Comunitario de Queens (Queens Community College), fue acorralado por una pandilla de italianos denominada “La Banda de los Diez”, uno de cuyos integrantes era Celso que fue arrestado la semana pasada por el FBI junto a otros miembros de la mafia de los genoveses por cargos de extorsión y otros delitos, y se le impuso una fianza de 1 millón de dólares en un caso no relacionado con la muerte de Mayí.
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El «mafioso», fue el único acusado del asesinato del estudiante quien fue perseguido por una docena de italianos en el parque de “Los Espaguetis”, cuando los pandilleros lo acusaron de escribir grafitis amenazantes en una pared y lo mataron a balazos, batazos y palos dejando que se desangrara hasta morir.
La madre del estudiante, Altagracia Mayí, quien desde el día del asesinato mantiene una cruzada nacional para exigir justicia, ha asegurado en varias manifestaciones que ella conoce al asesino de su hijo.
La mujer ha encabezado marchas y piquetes de protestas apoyada por las comunidades latinas y afroamericanas, organizaciones sindicales y el Partido Socialista de Nueva York.
Celso fue absuelto cuando el testigo estrella de los fiscales no se presentó al juicio y huyó de Estados Unidos a Italia. Nunca ha sido localizado.
La señora Mayí mantiene la denuncia de que incluso, uno de los participantes en el homicidio del estudiante es, o era un policía activo en Long Island.
En su más reciente protesta frente a la fiscalía de Queens en abril 2021, la señora Mayí reiteró sus denuncias y el reclamo de que el crimen no quede impune.
El estudiante fue perseguido por 16 cuadras mientras huía de la banda que le dio alcance y lo asesinó.
Una de las versiones sostiene que lo mataron porque este y una mujer italiana posiblemente pariente de uno o más de los pandilleros estaba teniendo una relación con él, aunque el dato no ha sido confirmado.
La respuesta de la fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz fue la de que la investigación se mantiene abierta y en su cuenta twitter escribió en marzo 2021 que “Hoy se cumplen 30 sombríos años de la muerte de Manuel Mayí, asesinado en Corona con apenas 18 años. No importa cuánto tiempo pase, nuestra búsqueda de justicia no disminuye. Contacto@NYPDTips con cualquier información. ¡Todas las informaciones son confidenciales!
#UnidadDeCasosFríos”.
Pero la madre dijo que la fiscal de Queens no le ha cumplido la promesa y que ella trabajó en la campaña ayudando a elegir a Katz al frente de la fiscalía porque estaba confiada en lo que le prometió.
El anterior fiscal de Queens, Richard Brown es acusado por la señora Mayí de encubrir a los asesinos y negarse a procesarlos a tiempo.
Brown respondió que su oficina hizo todo lo posible para hacer justicia e incluso envió dos de sus oficiales a Sicilia en Italia, donde supuestamente se ubicó al testigo para tratar de convencerlo de que regrese a Nueva York y testifique para que el culpable sea condenado.
“Las pruebas están y son muchas pero no las quieren presentar”, ha reiterado la madre a través de los años.
“La Fiscal Melinda Katz me prometió que iba a revisar el caso de mi hijo, por eso la ayudé en su campaña y por eso estamos exigiendo justicia aquí”, señaló la madre frente al edificio que aloja la fiscalía.
El fiscal Brown no presionó para que acusaran a los jóvenes y el policía Oscar Hernández, quien estuvo al frente de la investigación recibió órdenes para que dejar el caso por ser “muy sensitivo”, añade la madre.
La señora Mayí dijo que el fiscal adjunto que llevó el caso de su hijo está preso por pagar testigos y le dijo en una ocasión que le preguntara al fiscal Brown sobre la verdad del caso.
Añadió que hasta el último suspiro de su vida, seguirá la lucha por la justicia para su hijo y que cada año seguirá movilizándose porque cada 4 años le cambian el detective a cargo de las investigaciones alegando diferentes “motivos”.
Celso fue acusado del asesinato y enjuiciado en 1993.