El director de la última película de James Bond, ‘Sin tiempo para morir’, Cary Fukunaga, fue acusado de utilizar su poder dentro de los sets de grabación, así como su renombre dentro de la industria cinematográfica, para influenciar a jóvenes actrices y acercarse a ellas con propósitos sexuales, reporta la revista Rolling Stone.
En los testimonios publicados este martes por el medio estadounidense se describe lo que sería el ‘modus operandi’ de Fukunaga, señalado por buscar actrices jóvenes en el set, prestarles especial atención y acercarse a ellas dándoles a entender que el sostener una relación con él podría impulsar sus carreras profesionales, acusaciones que han sido negadas por su abogado.
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¿De qué se le acusa en particular?
Según relataron fuentes anónimas que trabajaron en la producción de la miniserie ‘Masters of the Air’, sobre la Segunda Guerra Mundial, las primeras alarmas sobre el comportamiento del cineasta se encendieron cuando, tras concluir una escena y con el pretexto de necesitar instantáneas por motivos de continuidad, fotografió a dos jóvenes extras ataviadas de prostitutas y posando de manera sugerente, una de las cuales acababa de cumplir 18 años.
«Se pasó de la raya. No hay ningún tipo de argumento [en su favor] […] Es un absoluto y claro abuso de poder«, comentó uno de los testigos sobre lo ocurrido. Ante estos señalamientos, el abogado del director, Michael Plonsker, aseguró que este «toma fotos de actores -hombres y mujeres, jóvenes y mayores- en sus platós todo el tiempo». Así, reconoció que su cliente retrató a las actrices, pero señaló que «insinuar [que hay] algo impropio al hacerlo es falso y difamatorio».
A principios de mayo, la actriz Rachelle Vinberg comentó a través de sus redes sociales que fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático debido a su relación con Fukunaga, al que conoció un día después de cumplir 18 años, durante el rodaje de un comercial. «Pasé años teniendo miedo de él […] es un ‘groomer’ [nombre que se le da a quien se gana la confianza de una menor con objetivos sexuales] y ha estado haciendo esta mierda durante años. Cuidado, mujeres», escribió.
Tras la denuncia de Vinberg, las gemelas Cailin y Hannah Loesch publicaron un comunicado en el que manifestaron su apoyo a la actriz, y compartieron su experiencia en la relación con el acusado. Allí relataron un incidente presuntamente ocurrido en el año 2020, cuando tenían 20 años, en el que Fukunaga propuso a las hermanas sostener un trío mientras se encontraban en una bañera de hidromasajes, sugiriendo que «el incesto está bien si todas las partes están de acuerdo en ello».
Del mismo modo, dieron cuenta de una serie de tocamientos de los que presuntamente fueron víctimas, señalamientos todos desmentidos por Plonsker.
«Cuando pensaba en él, sólo quería vomitar […] recuerdo que me sentí tan bien al alejarme de él, como si me hubiera quitado un gran peso de encima y pudiera volver a respirar. Me hacía sentir claustrofóbica y sofocada», contó otra de las supuestas víctimas a Rolling Stone.
«Pensé que estaba realmente loca, porque hacia el final me trataba como basura […] Simplemente, me convertí en una persona muy pequeña, pasiva y tranquila, y yo no suelo ser así», manifestó otra actriz que se relacionó íntimamente con el cineasta.
Fukunaga se defiende
Ante las acusaciones hechas por actrices y testigos, el abogado del director aseguró en un comunicado que «no hay nada salaz en perseguir amistades o relaciones románticas consentidas con mujeres. Sin embargo, como eso no encaja en su narrativa, concluyen que ha hecho algo malo».
Del mismo modo, apuntó que su cliente «no ha actuado de ninguna manera que pueda o deba generar las acusaciones de mala conducta hechas en su contra», y agregó que Fukunaga «crea un ambiente de trabajo creativo, colaborativo y acogedor para todos».