La actriz estadounidense Allison Mack, conocida por su participación en la serie ‘Smallville’, se unió a la secta sexual NXIVM porque pensó que el líder del grupo, Keith Raniere, podría ayudarla a «convertirse de nuevo en una gran actriz».
«Me mudé a Albany (sede central de NXIVM) para llenar ese vacío y encontrar mi alma nuevamente, si eso tiene sentido, ya que se había esfumado», explicó Mack en una entrevista de 2017 recién descubierta y emitida este 26 de diciembre a través de un pódcast.
«Le pregunté a Keith si me ayudaría a volver a ser una gran actriz porque sentía que era un fraude», reveló, quien fuera condenada a tres años de prisión en 2021 después de declararse culpable de reclutar mujeres en la organización liderando una división llamada DOS, acrónimo en latín que se traduce como maestro de las compañeras obedientes.
La secta se hizo muy famosa, luego de conseguir el apoyo de Clare y Sara Bronfman, hijas del difunto multimillonario y expresidente de la compañía canadiense Seagram, Edgar Bronfman. Sin embargo, posteriormente salió a la luz que las mujeres que integraban la organización, a las que hacían creer que eran parte de un grupo de formación de mentoras femeninas, eran obligadas a subordinarse sexualmente a Raniere.
A las mujeres con las que Raniere tenía relaciones sexuales les marcaban las iniciales de su nombre en el cuerpo con metales calientes, como se hace con el ganado, y solo se les permitía comer entre 500 y 800 calorías diarias para que tuvieran un cuerpo ‘atractivo’. Además, se les aplicaban castigos corporales y aislamiento; las amenazaban con revelar datos y fotos íntimas y apoderarse de sus bienes si lo delataban o no seguían sus órdenes.
«¿Estoy loca?»
A pesar de ello, Mack sostuvo durante la entrevista que Raniere «no era el jefe de un harén». «No estoy reclutando mujeres jóvenes y núbiles para que sean sus esclavas sexuales», afirmó. «Ya sabes, es ‘Las brujas de Salem’, son los juicios de McCarthy, es como lanzar acusaciones y que se propaguen como la pólvora».
Asimismo, la actriz comentó que se sintió presionada por sus amigos porque formaba parte de una secta. «Estoy como, ‘Háblame por unos minutos. Déjame decirte lo que estamos haciendo'», dijo ella, agregando que solía escuchar en respuesta: «‘No, te lavaron el cerebro, estás enferma'». «Simplemente estaba caminando conmigo misma y pensaba: ‘¿Estoy loca? ¿Soy una de esas personas horribles sobre las que lees que hace cosas horribles y piensa que está haciendo cosas para Dios?’ Tuve muchas conversaciones conmigo misma así», expresó.