El cumplimiento del código de conducta que deben acatar las autoridades de la Unión Europea (UE) ha quedado en entredicho tras la aceptación por varios altos funcionarios del pago de hoteles a cargo de otros países durante sus visitas. Aunque desde el organismo reconocieron los hechos, afirmaron que no hubo ninguna violación de las normas. Sin embargo, la organización Transparencia Internacional UE sostiene que esa conducta no es «aceptable».
La investigación publicada por Político incluyó los viajes de figuras de la UE, como su alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en los últimos tres años. Así, comprobó que siete de ellos habían aceptado el pago de alojamiento en países externos al bloque, lo que podría representar una violación del código de conducta, que tuvo su última modificación en 2018.
Ese documento detalla que los «los viajes gratuitos ofrecidos por terceros no deben aceptarse, a menos que estén de acuerdo con el uso diplomático o de cortesía, o a menos que el presidente lo haya autorizado de antemano». También agrega que tienen prohibido aceptar hospitalidad, «excepto de acuerdo con el uso diplomático y de cortesía».
El inicio de la investigación
Estas revelaciones surgieron a raíz de una investigación realizada por Político sobre el exdirector general de Transporte de la Comisión Europea, Henrik Hololei, quien había aceptado viajes en la aerolínea Qatar Airways cuando el equipo a su cargo negociaba un acuerdo de cielos abiertos con el Gobierno de ese país.
Tras seguir esa línea, el medio comprobó que la aceptación de alojamiento gratuito era más frecuente durante los viajes de trabajo a Oriente Medio, el norte de África y algunas partes de Asia.
Los involucrados
En el caso de Borrell, esta situación se repitió durante sus visitas a Catar, Uzbekistán y a Jordania en dos ocasiones. En repuesta, un portavoz de la Comisión Europea detalló que el costo de esas misiones fue «mayormente cubierto por la Comisión», aunque «el alojamiento fue cubierto por las respectivas autoridades nacionales según la hospitalidad diplomática». Además, aclaró que es algo aceptado y que está «en línea» con el código de conducta.
Por su parte, el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, aceptó el alojamiento durante sus misiones a Israel, Jordania y Marruecos. Como en el caso de Borrell, desde su gabinete aseguraron que el código de conducta «estuvo respetado».
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Lo mismo ocurrió con la comisaria europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, en lo que se refiere a un viaje realizado en 2020 a Marruecos; con el comisario de Presupuesto, Johannes Hahn, en Catar y Kuwait; con el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en Vietnam; y con el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, en Emiratos Árabes Unidos. Por su parte, Kadri Simson, comisaria de Energía, aclaró de manera oficial que durante un viaje realizado en junio del año pasado a Egipto el alojamiento «ofrecido por el Gobierno local».
Más allá de la justificación por parte de los voceros europeos, Nick Aiossa, jefe de políticas y promoción en Transparencia Internacional UE, afirmó que las explicaciones no son suficientes y aseguró que, si las reglas «no prohíben explícitamente» esas conductas, las normas «deberían ser revisadas».
Fuente: Actualidad RT