Tegucigalpa.- La Policía Militar de Orden Público (PMOP) de Honduras incautó al menos 137 armas de fuego, 241 cargadores, 17.062 proyectiles y trece granadas de fragmentación en 5 cárceles del país intervenidas durante la presente semana, informó este sábado la institución.
La incautación se ha hecho «en el marco de la Operación Fe y Esperanza» de las Fuerzas Armadas, indicó la POMP en un mensaje en la red social Twitter.
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El informe señala que 95 de las armas de fuego son fusiles y pistolas de varios calibres, a las que se suman 42 de fabricación casera, conocidas como «chimbas».
Se suman 468 armas cortopunzantes, 258 teléfonos móviles, tres teléfonos satelitales, envoltorios con cocaína y marihuana y alrededor de otros 70 sistemas de comunicación.
El comandante de la PMOP, Fernando Muñoz, dijo a los periodistas que, en cumplimiento a una ordenanza de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, las 25 cárceles que conforman el sistema penitenciario del país han pasado hoy a control total de la Policía Militar.
Agregó que los directores y subdirectores de las 25 cárceles han sido relevados por efectivos militares.
Esta semana la PMOP también ordenó que los custodios que venían operando en las cárceles se fueran para su casa y que, más adelante, por mientras se hacen las tareas de investigación, se les notificará si continuarán o no en su puesto.
La misma fuente ha mostrado esta semana fotos y vídeos de las armas de grueso calibre, entre fusiles, subametralladoras, pistolas, puñales y granadas, entre otros pertrechos, halladas en cinco prisiones.
La presidenta Castro ordenó el 25 de junio a las Fuerzas Armadas que ejerciera el control de todas las cárceles, luego de una masacre de 46 mujeres en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa, y otra de 13 personas, incluida una mujer, en el interior de un billar, en el sector de Choloma, en el norte del país, el 20 y 24 de junio, respectivamente.
La PMOP comenzó con un registro minucioso de los pandilleros que controlaban las primeras cinco cárceles intervenidas, sacándolos de su interior solo en pantalón corto, descalzos y esposados, de una manera similar a lo que han hecho los militares en El Salvador, por instrucciones del presidente de ese país, Nayib Bukele.
Muchas de las cárceles de Honduras desde hace varios años eran operadas desde su interior por pandilleros, quienes, según las autoridades, desde ahí ordenaban las extorsiones y la muerte de personas.
El ingreso de armas, aún en las tres denominadas de «máxima seguridad», era permitido por guardias penitenciarios y jefes superiores, entre otros, según los informes oficiales preliminares.