Sídney. – El Gobierno de Australia nombró este martes a su primer embajador de derechos humanos, un cargo creado con el objetivo de que el país oceánico lidere la lucha «para proteger y promover los derechos humanos en todo el mundo».
La diplomática Bronte Moules, quien fue embajadora en Zimbabue y Birmania, entre otros cargos, será la encargada de reforzar «el apoyo de Australia a la arquitectura de derechos humanos de la ONU y al derecho internacional», indicó en un comunicado la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong.
Moules buscará promover la defensa en temas claves como la protección de las personas con discapacidad y vulnerables, así como las minorías étnicas, religiosas y sexuales en todo el mundo.
La creación de este puesto, una de las promesas electorales del gobierno laborista que se impuso en las elecciones de mayo, demuestra el «compromiso» del gobierno del primer ministro, Anthony Albanese, «de emplear todas las estrategias a nuestra disposición para defender los derechos humanos, de acuerdo con nuestros valores e intereses», apunta el escrito.
Así, Australia sigue los pasos de países como Alemania, España, Estonia, Finlandia, Francia, Holanda, Reino Unido, Suecia, entre otros países que tienen embajadores para defender los derechos humanos de las personas vulnerables en todo el mundo.
El Gobierno australiano también anunció hoy el nombramiento de Stephanie Copus-Campbell como embajadora de Igualdad de Género -un cargo creado en 2011- para «defender la importancia de los derechos humanos de las mujeres, la eliminación de la violencia de género, el empoderamiento económico y liderazgo de las mujeres y niñas», entre otros cometidos.
El gobierno laborista de Australia, que puso fin a nueve años de Ejecutivos de tinte conservador, busca impulsar nuevas políticas más comprometidas como la lucha contra la crisis climática y el respeto a los derechos humanos.