Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este viernes su «profunda preocupación» ante los planes de la multinacional Kellogg, fabricante de cereales de desayuno, de «reemplazar permanentemente» a 1.400 empleados en huelga.
En un comunicado, Biden subrayó que las negociaciones colectivas son «una herramienta esencial» para proteger los derechos de los trabajadores que deberían estar libres de «amenazas e intimidaciones» de sus empleadores.
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Por ese motivo, afirmó estar «profundamente preocupado» por las informaciones sobre los planes de Kellogg de «sustituir permanentemente» a los trabajadores en huelga mientras transcurren las negociaciones entre su sindicato y la empresa.
La multinacional anunció el martes en un comunicado la medida justificándola por «el prolongado parón del trabajo».
«No nos ha dejado otra elección que contratar sustitutos permanentes para las posiciones dejadas por los trabajadores en huelga», dijo la empresa, que expresó su «decepción» por el rechazo de los huelguistas a su oferta en cuatro de sus plantas de cereales en EE.UU.
Para Biden, esa medida constituye «un ataque existencial al sindicato, y los trabajos y vidas de sus miembros».
«Me he opuesto por largo tiempo a sustituciones permanentes de huelguistas y apoyo firmemente una legislación que prohibiría esa práctica», dijo.
El mandatario consideró que este tipo de acciones «socavan» el papel crucial de la negociación colectiva a la hora de dar voz y oportunidades a los empleados para mejorar sus vidas, al tiempo que contribuye al éxito de las empresas.
«Los sindicatos construyeron la clase media en este país —agregó—. Mi respaldo inquebrantable a los sindicatos incluye el apoyo a la negociación colectiva, y defenderé ambas de forma agresiva».
Los empleados afiliados al Bakery, Confectionery, Tobacco Workers and Grain Millers International Union (sindicato internacional de trabajadores de panadería, confitería, tabaco y molinos de grano) están en huelga desde el pasado 5 de octubre en cuatro plantas de Kellogg en Michigan, Nebraska, Pensilvania y Tennessee.
A comienzos de esta semana, los trabajadores rechazaron una oferta de la empresa de un contrato de 5 años con una subida de sueldos del 3 %.
Los huelguistas denuncian que el sistema por tramos que aplica la compañía supondría que los empleados más recientes, aquellos contratados después de 2015, cobrarían menos y tendrían menos beneficios, además de tener pocas posibilidades de promoción.