Jocelyn Alice Wildenstein ( de soltera Jocelyne Périsset), la socialité nacida en Lausana, Suiza, el 5 de agosto de 1940, era conocida por sus rasgos felinos que los había mejorado mediante cirugías que generaron que la prensa estadounidense la llamara “Catwoman” o “La novia Wildenstein”, también “mujer gato”.
Jocelyn Wildenstein, una figura conocida en el mundo de la alta sociedad y el entretenimiento.
De niña, pasaba su tiempo nadando en lagos o esquiando en las montañas cercanas. Su padre le inspiró un amor temprano por los mamíferos africanos, según contó a la revista Interview en el 2023.
A la edad de 20 años decidió dejar Lausana por París, bailando en discotecas y codeándose con compañeros expatriados adinerados, pero se aferró a ese sueño de la infancia de viajar a África. Hizo varios viajes al continente antes de conocer finalmente al multimillonario comerciante de arte Alec Wildenstein en un safari por Kenya en 1977.
Relación con Alec Wildenstein
Périsset fue presentado a Alec N. Wildenstein, de la rica familia de renombrados comerciantes de arte, por el traficante de armas saudí Adnan Khashoggi en un fin de semana de tiroteos en el rancho africano de Wildenstein «Ol Jogi» en 1977.
Périsset y Wildenstein se fugaron a Las Vegas el 30 de abril de 1978 y tuvieron dos hijos juntos. La nueva señora Wildenstein consiguió una nueva residencia: Ol Jogi, el enorme rancho que la familia de su marido tenía en Kenya, su favorito de varios nuevos hogares internacionales.
Comentaron a Vanity Fair que ella y su entonces marido gastaban alrededor de US$ 1 millón al mes. Para Wildenstein, un vestido de alta costura de Chanel que costaba US$ 350.000 valía la pena.
Su deseo por mejorar su rostro fue su proyecto más duradero. Wildenstein se sometió a extensas cirugías estéticas durante su vida, comenzando aproximadamente un año después de casarse con Alec, aunque ella lo negó durante mucho tiempo. Los dos primeros buscaron “levantamientos de ojos para él y para ella”, como se describe concisamente en un artículo de Vanity Fair de 1998, pero Wildenstein fue más allá.
Con el tiempo, sus procedimientos incluyeron modificaciones que le dejaron pómulos prominentes, una barbilla destacada y ojos alargados. Alec Wildenstein declaró a Vanity Fair: “Estaba loca. Siempre me enteraba al final. Pensaba que podía arreglar su rostro como un mueble. La piel no funciona así. Pero no quería escuchar”.
Un divorcio multimillonario
El matrimonio de Wildenstein se había agriado en 1998, cuando afirmó haber descubierto a su marido en la cama con otra mujer, con una modelo rusa de 21 años en la ciudad de Nueva York, y él amenazó a Joselyn con una pistola. Esto resultó en una noche en la cárcel para Alec Wildenstein. La jueza presidente, Marilyn Diamond, recibió amenazas de muerte por correo durante el proceso.
Durante su divorcio, el juez estipuló que no podía utilizar ningún pago de pensión alimenticia para más cirugías estéticas.
En contraste, Jocelyn acusó a su exmarido de contratar a un publicista y un cirujano plástico para afirmar que había “cambiado completamente” su rostro, con el objetivo de obtener ventaja en el divorcio.
Después de un juicio polémico, se le ordenó a Alec pagarle a Wildenstein US$ 2.500 millones en un acuerdo de divorcio, y US$ 100 millones cada año durante 13 años. Alec murió en 2008.
Relación con Lloyd Klein
La siguiente relación más pública de Wildenstein fue con Lloyd Klein, un diseñador francés casi tres décadas menor que ella. Se conocieron en la Semana de la Moda de Nueva York en 2003 y conectaron instantáneamente por su amor mutuo por el estilo extravagante, le dijo a People en 2016.
Su relación, sin embargo, fue a menudo tumultuosa: Wildenstein fue arrestada dos veces, en 2016 y 2017, por pelearse con su novio en una de sus residencias en la Trump World Tower en Nueva York, y en un momento los dos solicitaron una orden de alejamiento el uno contra el otro.
En 2016, Wildenstein fue arrestada tras un altercado en el que supuestamente cortó la cara de Klein con unas tijeras. Días después, Klein fue arrestado al intentar recuperar sus pertenencias del apartamento que compartían en la Torre Trump de Nueva York. A pesar de estos incidentes, la pareja se reconcilió y permaneció junta hasta la muerte de Jocelyn.
Klein le dijo a People que algunas de sus peleas fueron provocadas por el estrés de Wildenstein por su “dificultad financiera”. A pesar de su enorme acuerdo de divorcio en 1999, Wildenstein se declaró en quiebra en 2018. Ella le dijo al periódico británico The Times que todavía estaba “en quiebra” a fines de 2023.
Después de años de evitar el ojo público, salvo por sus apariciones en las presentaciones de pasarela de su novio, una decisión que dijo que tomó para mantener a sus dos hijos —nacidos durante su matrimonio con Alec— fuera de la prensa, Wildenstein regresó al centro de atención en su vida posterior.
Cirugías estéticas
La mujer, con 1.1 millones de seguidores en Instagram, era conocida por sus numerosas intervenciones estéticas en el rostro y las leyendas que rodearon su transformación física.
La obsesión de Jocelyn por los grandes felinos africanos no solo influyó en su estilo de vida, sino también en su apariencia. Al poco tiempo de casarse, comenzó a someterse a cirugías plásticas para lograr un aspecto más felino. Durante las décadas siguientes, su rostro fue cambiando, adquirió características como «ojos de gato», pómulos prominentes y una piel extremadamente tersa. A pesar de los rumores, Wildenstein negó en numerosas ocasiones haberse sometido a procedimientos estéticos, atribuyendo su transformación a la naturaleza y a la caracterización de sus peinados.
El apodo ‘Catwoman’ se le atribuye a Jocelyn Wildenstein debido a su transformación física extrema provocada por múltiples cirugías plásticas.
En entrevistas, Jocelyn alternó entre negar y admitir sus cirugías. En 2018, aseguró que no había pasado por el quirófano, argumentando que su apariencia se debía a su “herencia suiza”. Más adelante, confesó haber utilizado Botox en dos ocasiones, pero afirmó que las reacciones adversas la desanimaron de continuar.
Su Muerte
El compañero de Wildenstein, Lloyd Klein, dijo a AFP que la socialité suiza murió en París mientras se hospedaba en un palacio después de sufrir una embolia pulmonar, según Paris Match. Una embolia pulmonar es un coágulo de sangre que “bloquea y detiene el flujo sanguíneo” a una arteria en el pulmón, según la Clínica Mayo.
Un “icono se ha ido”, dijo Klein al medio, señalando que está “dolido” por la pérdida de Wildenstein.
